Fueron 5 años de emisiones labradas con reales ingenios de la serie 1660/1664. Dos décadas más tarde, se vuelve a acuñar a martillo en el reinado de Carlos II.
La cantidad de problemas que dieron los maravedíes de busto del Rey Planeta, obligaron a su hijo, Carlos II, a volver a funcionar con ochavos hasta finales de 1696.
Ochavo de Carlos II con Ceca de La Coruña. 1696. Moneda de la colección de Carlos B.
En este contexto, presentamos la pieza de hoy:
Un dos maravedíes de la Ceca de La Coruña de la última emisión... 1696.
Si tomamos en cuenta el catálogo de Sanahuja, en la Ceca de La Coruña existen dos últimas emisiones ( la de 1695 y 1696)
En ambas, se establecen dos variantes:
1) Marca de ceca y de valor, sin acotaciones.
2) Marca de ceca y de valor, con acotaciones por puntos.
La moneda de la imagen, correspondería a la variante número 1, puesto que no detenta acotación en ambas marcas, y concretamente se acercaría a la subvariante 2, en la que la fecha es de 1696 y no 1695.
Pero hay una diferencia sustancial en esta moneda, que la hace ser única... y es el arte del anverso. En el Sanahuja, se muestra un castillo para esta variante, adoptado de tiempos antiguos, más enjuto y arcaico. En la moneda que os presento, el castillo posee tres almenas claramente diferenciadas y alberga un arte mucho más avanzado, propio de este tipo de acuñaciones.
Castillo moderno.
Pero a parte, existen ciertas características curiosas en el cospel, que hacen de esta moneda algo único.
Si nos fijamos en la marca de ceca, veremos cómo el lateral del escudo que alberga el castillo, permite alojar a la venera, de una manera casi ofensiva.
Se aprecia el lateral del escudo que hace de colchón frente al peso de la venera.Por otro lado, la parte del escudo en la que descansa la corona real, goza de un ensanchamiento algo atípico, que profiere al anverso mayor consolidación y robustez.
Escudo grueso y peculiar.
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