Por fin había hecho el vídeo sobre el lote comprado en Áureo y Calicó... Era bastante largo, creo que merecía la pena...
Lote conseguido en la subasta de Áureo y Calicó.
Todavía existen innumerables variantes de estilo, de ceca, de valores y de fechas...los actuales y excelentes catálogos hechos al respecto, aún habiendo mejorado mucho el mundo de la numismática, no recogen en su totalidad aquellas variantes menos comunes que de vez en cuando nos encontramos. En este blog puedes mandar las fotos de tus monedas de maravedís de busto de Felipe IV no catalogadas, sus falsas de época y también de busto reselladas y las publicaré. Correo: oscarfmlfm@yahoo.es
Por fin había hecho el vídeo sobre el lote comprado en Áureo y Calicó... Era bastante largo, creo que merecía la pena...
Lote conseguido en la subasta de Áureo y Calicó.
Los escudos de armas de los monarcas españoles, han ido sufriendo modificaciones a lo largo del tiempo, en la numismática. Ésto, sin duda alguna, es debido, a que se incorporaron y se extirparon nuevos territorios en la corona.
Ya conocemos la predilección que tenían los Reyes de mostrar su linaje en diferentes soportes gráficos. Uno de ellos, fue la propia moneda.
En las monedas, los monarcas veían una verdadera oportunidad para publicitar la pertenencia de sus territorios, y es curiosos ver, como alguno de ellos, usaba todavía escudos de armas en los que algún territorio ya no formaba parte de la corona, como es el caso de Felipe IV con ciertas monedas en las que sigue apareciendo el escusón portugués, aún cuando esta nación ya no formaba parte de la corona española.
Con estas improntas, los Reyes no solo trataban de mostrar las regiones de las cuales ellos eran señores absolutos, si no que intentaban trasmitir su magnificiencia, su poder real y ese orgullo, propio de personas con una gran distinción social.
Fue incluso Isabel “La Católica” quien aprovechando sus regalías, introdujo en las blancas de rombo de Enrique IV, su propia marca de princesa, en forma o bien de estrella o de letra (una P, indicando claramente su posición)
Escudo de armas en las monedas peninsulares de oro, de los reinados de los Austrias
Isabel y Fernando
Los Reyes Católicos, en la labor de unificación de todos los territorios españoles, iniciaron la constumbre de reflejar el escudo de armas en las monedas.
Con la primera ordenación monetaria, en 1475 (Sistema de la Dobla), los Reyes Católicos sitúan en su escudo de armas, los símbolos reales de Castilla y León, en forma de cuartelado.
Así, nos encontramos con los medios castellanos, los castellanos y los dobles castellanos.
50 excelentes de los Reyes Católicos de Sevilla. Formó parte de la Colección Huntington. "El Oro de los Reyes Católicos y de la Casa de Austria". Rafael Tauler.
Con la pragmática de Medina del Campo de 1497, se presenta el cuartelado de Castilla y León. Incorpora Aragón y Sicilia, y por primera vez, en los dobles excelentes, se muestra el escudo de España con el símbolo de Granada y protegido por el águila de San Juan.
En los excelentes de oro, se mantienen las armas de Castilla y León, Aragón, Sicilia y Granada, pero sin águila.
Otros valores en las monedas de oro de los Reyes Católicos, son; el cuádruple excelente, los 10, 20 y 50 excelentes.
Fue Isabel de Castilla, muy devota de su santo protector, San Juan, y tuvo a bien incluirlo en el escudo de armas, en parte, para mostrar la condición religiosa de los Reyes y de toda España, y también, para procurar buscar una protección divina en todos sus territorios.
Es curioso ver, como el águila nimbada abraza Con gran prestancia el escudo.
Nos encontramos así con un escudo en el que percibimos cuatro cuarteles:
En el primer cuartel y el el cuarto, vemos el cuadrante de Castilla y León (castillos y leones). En el segundo y tercer cuarteles, el escudo de Aragón y el de Sicilia.
Bajo éstos, se incorpora la Granada (del Reino de Granada) que también la utilizó Enrique IV.
En cuanto a este símbolo, los Reyes Católicos, quieren dejar plasmadas dos ideas:
1) Incorporación del reino de Granada a la corona española.
2) Transmisión al pueblo, de la doble condición de la corona, con una vertiente agridulce (al igual que el sabor de la Granada): Firmeza y punibilidad ante aquellos transgresores de la ley, y cordialidad y compasión, para aquellos que siguen las normas y favorecen a la corona.
Carlos I y Juana
Introduce en su escudo de armas, el cuartelado de castillos y leones ( Castilla y León) a parte de Nápoles, Navarra, Aragón, Sicilia y Granada.
Felipe II
Introduce el cuartelado de castillos y leones, Aragón y Sicilia, el Reino de Granada, Nueva Austria, Borgoña Antigua, Borgoña Nueva, Flandes y Tirol, y el Ducado de Brabante.
Felipe III
Introduce el escudo Coronado con el cuartelado de Castilla y León, el Escusón Portugués, el Reino de Granada, Aragón y Sicilia, Nueva Austria, Borgoña Nueva, Borgoña Antigua, Flandes y Tirol, y el Ducado de Brabante.
Felipe IV
Mantiene el escudo de armas de su padre, Felipe III.
A su vez, conserva el escudo de Portugal en su heráldica pasado 1640, aún cuando esta región se independiza de España en esa fecha. Más información del escudo soberano del "Rey Planeta" aquí.
Carlos II
8 escudos de Carlos II con ceca de Sevilla de 1699. Catálogo de Rafael Tauler.
Al igual que Felipe IV, este monarca deja visible el Escusón Portugués en algunas de sus monedas, e introduce el Toisón de Oro.
En esta ocasión os he hecho un vídeo en el que acabo de adecentar 3 monedas:
- Un Cortadillo de Felipe III o IV, una blanca de Felipe II y un cuarto de Felipe III o IV.
No son piezas especialmente significativas, pero poseen su encanto...
De vez en cuando colgaré algún vídeo de limpieza de monedas, para que vayamos cogiendo práctica y confianza... Aunque como siempre, intentaré ir descifrando las piezas para que se haga más ameno y aprendamos con ellas.
Sin más dilación, os dejo el vídeo
Hoy comienzo con una nueva etapa en el canal:
Presentaros de vez en cuando vídeos cortos en los que os muestro piezas singulares del periodo de los Austrias...
Espero os sea de vuestro agrado.
El enfrentarse al reconocimiento de un resello, suele ser provechoso y muy emocionante...
Por una parte, siempre estaremos expectantes frente a una pieza desconocida, con la esperanza de poder encontrar una impronta rara, o poco común... Por otra, nos ilustraremos, no sólo del tipo del resello que porta la moneda, si no también, de cómo aparecen dispuestos los artes de los mismos y sabremos, qué partes de las improntas, pertenecen a determinadas pragmáticas... En definitiva, aprenderemos a leer una moneda hasta sus "últimas consecuencias" por muy difícil que al principio parezca.
En el vídeo de hoy, os muestro la descripción de cuatro resellos de la época de los Austrias, concretamente del periodo de Felipe II y Felipe IV.
Hoy vamos a hablar, a grandes rasgos, de cómo funcionan las subastas… por si no habéis dado el paso todavía...
Lo primero de todo, es registrarse en uno de los portales de subastas que deseéis participar.
Una vez registrados, podéis realizar las pujas que consideréis oportunos. Pero para que acepten vuestra solicitud, la casa de subastas, tiene que enviaros un mail de confirmación. En algunos sitios, os pedirán referencias… suele ser un protocolo que desarrollan estas empresas, para salvaguardar su sistema de pujas, y que no haya problemas al aceptar los pagos de los compradores. Una buena referencia puede ser, el haber participado en algunacompra de cualquier otra subasta conocida… me supongo que con una recomendación de algún profesional (numismático), tampoco tendríamos problemas… tal vez nuestro currículum también valga... a su vez, el poseer un blog de nusmismámática puede ayudarnos a este respecto… en definitiva, necesitan conocer un poco el perfil del pujador…
Sí tuviérais el problema de que no admiten vuestro registro, podríais acceder al portal Sixbid.com… en éste, están recogidas casi todas las subastas de nivel internacional.
Para poder pujar dentro de esta página, primero, tendríais que registraros. A este respecto no vais a tener problemas… luego, buscarías la casa de subasta donde quisierais pujar y deberíais hacerlo sin "problema" alguno. Lo bueno que tiene sixbid, es que funciona como intermediario y minimizáis tener que pasar el filtro de las recomendaciones (eso sí, la casa de subastas, os envíará un mail de confirmación y aceptación de vuestra puja)… lo malo, es que tenéis un tiempo limitado en días, para pujar...y pasado este tiempo, ya no podéis incrementar vuestras pujas.
... Otro de los problemas, es que no podréis pujar a tiempo real el día de la subasta por el lote que queráis conseguir. Pero lográis dos aspectos interesantes:
- Pujar en la casa de subasta que queráis. (Digamos que hacen más "vista gorda" en el tema de las recomendaciones)
- Conseguir seguramente, que acepten en una de estas casas de subasta, posteriormente, en otras ocasiones, vuestra solicitud de registro, pues ya les habréis comprado algo…
El proceso de pujar
Vamos a centrarnos, en el supuesto de que pujemos, dentro del portal de la propia casa de subastas.
Normalmente podemos acceder al catálogo de la subasta online en cuestión. Las pujas pueden efectuarse, presencialmente, por teléfono y online (sólo en aquellas subastas elegidas para ello)
Nos ocuparemos de las pujas online ( las presencialespor el tema del coronavirus, pueden seguramente también efectuarse vía Internet)
En todas las subastas, gana el que más haya pujado por un lote. En caso de empates, duele predominar aquel comprsdor que pujó antes. El comprador, pagará el importe del precio realizado, o del precio inmediatamente anterior al más alto… para eso debéis informaros bien, porque cada casa poseé su propia política... En sus webs suele venir bien especificado.
Normalmente se paga el 18% del IVA a parte más los gastos de envío... En algunas subastas ya viene incluido en el precio (pero son las que menos)
Cómo pujar:
Antes de pujar, evidentemente tendremos que saber cuál es la pieza que queremos conseguir.
Para ello, estudiaremos el catálogo que nos proporciona la casa de subastas.
Una vez seleccionadas las piezas, podremos saber a cuál de ellas la daremos más preferencia, en al caso de que haya varias.
Estudiaremos el precio de referencia de la pieza en cuestión, que es el precio de estimación que da la casa de subastas (ojo, a veces es muy bajo) por lo que tendríamos que ir estando al día de lo que verdaderamente pueda costar esa moneda.
Es importante marcarnos un rango de precios y un tope, y que sea inamovible (salvo excepciones...)
El siguiente paso es pujar…y esperar al día de la puja para hacer el seguimiento online. En función de cuánto hayamos pujado y de cómo suban las pujas de nuestro lote, podremos modificarla de manera directa el día de la subasta… sólo tenemos unos pocos segundos, por lo que es importante saber el dinero que estamos dispuestos a pagar por la moneda… este dinero, estará relacionado con el estudio de la moneda, sabiendo si puede llegar a ser alto o bajo...
Contaremos con el porcentaje de impuestos y gastos de envio que se agregarán después de la puja, ese punto es muy importante... Como he dicho, suele ser un 18% más del precio conseguido y los gastos de envío.
Hay que ser frío y no subir más de lo que estemos dispuestos a pagar en un principio… o por lo menos tener un margen de actuación que no sea excesivo... Siempre tendremos nuevas oportunidades en sucesivas subastas...
En función de las pujas que vallamos ganando, podemos aumentar las de otros lotes o no…eso ya es cuestión de cada uno.
El pago normalmente podemos realizarlo por transferencia bancaria o por tarjeta de crédito... Hay alguna modalidad más.
Lo bueno que tienen las subastas, es que tenemos la confianza de que no nos van a engañar y si pasa algo, seguramente podamos devolver el producto.
Es interesante también, porque pueden salir monedas curiosas que de otra forma se hace difícil encontrar. Los precios normalmente suelen ser más bajos que en otro tipo de compras ajustándose al verdadero valor del mercado… evidentemente hay condicionantes que pueden hacer subir mucho el precio de remate de las monedas... aunque esta premisa a veces ocurre (la de que el precio sea más bajo...) En ocasiones, es al revés con ciertas pieza... así que la experiencia y un buen conocimiento del mercado, nos puede ayudar a afrontar este tipo de compras.
No soy muy tendente a realizar este tipo de entradas, algo frías, pero lo veo necesario, para que todos aprendamos a afrontar una afición, con la mayor garantía posible de que lo estamos haciendo bien...
Os recomiendo ac search, un portal donde podéis comprobar los precios de remate de las diferentes subastas internacionales.
Casas de subastas importantes del territorio nacional:
Las medallas de Blas De Lezo, son piezas de gran carga histórica.
Nacen en un contexto bélico importante, como consecuencia del enfrentamiento de dos de las potencias más poderosas del siglo XVIII; España e Inglaterra.
Fue en Cartagena de Indias, dónde se inició uno de los acontecimientos más gloriosos para la historia española. Este territorio, era parte de lo que se consideraba el Caribe español... Portobelo y la Guaira eran las otras dos regiones que conformaban dicho grupo.
En las tres zonas, había puertos importantes. De ellos, salían a España, los barcos cargados de plata y oro que traían de las Américas, para después, llevarlos a Sevilla.
Los ingleses querían hacerse con tales mercancías y derrocar al ejército español, para situarse estratégicamente y llevar a cabo la conquista de Cuba… para ello, el rey Jorge II, inicia incursiones en estos territorios.
Medallas de Blas De Lezo
Las medallas en las que sale retratado Blas de Lezo, describen un desenlace tergiversado, que nunca ocurrió. La historia que cuentan, en el justo momento de ser creadas, está ensalzada por los ingleses, con intención de poder ser perpetuada en el tiempo. Cuando el almirante Vernon ordena prematuramente informar a Jorge II de su victoria, aún cuando todavía no ha tenido lugar (nunca tuvo lugar), se empieza a fraguar en la mente del monarca, una de las satisfacciones bélicas más importantes de toda Inglaterra.
Lamentablemente para ellos, y beneficiosamente para nosotros, ésto no fue así… ocurrió justo lo contrario, siendo al final uno de los conflictos navales más honrosos de la armada española.
Los españoles “tenemos” una flaqueza en nuestros genes… creemos muy a menudo que todo lo que procede de fuera de nuestras fronteras es mucho mejor que lo que hay dentro de ellas y ciertamente, en ocasiones, nos equivocamos...
Unido a este planteamiento anterior, no sabemos "explotar" nuestra propia historia… en ésto, debiéramos coger ejemplo de otras potencias que se dedican a ensalzar, bien a personas de gran trascendencia, como a momentos determinantes, afines al enriquecimiento histórico de la propia nación. Para favorecer esta conducta, realizan estudios detallados, crean museos y montan exposiciones, escriben libros... e incluso hacen películas... con ello, la transmisión de estos valores y conocimientos está asegurada.
Inglaterra es una potencia que se dedica a estos menesteres, igual que Estados Unidos... el peligro que tiene la primera potencia, con respecto al ensalzamiento de su historia, es que aún siendo contrarios a olvidar su pasado y no indagar en el mismo, a veces siguen tergiversándolo, para alcanzar una gloria que en ocasiones nunca llegaron a tener... Tal es el caso que nos ocupa.
Existieron dos batallas navales importantes en el caribe, que los ingleses, quisieron grabar en su memoria y en bastantes medallas realizadas en diferentes materiales:
- La batalla del 21 de Noviembre de 1739 en Portobello.
- La batalla del 13 de Marzo de 1741 en Cartagena de Indias.
Ambas recogen el triunfo del almirante inglés Vernon, aún cuando él mismo, sólo ganó la primera de ellas.
Es en la segunda medalla, la de 1741, donde Blas De Lezo estuvo implicado... por lo tanto, deben considerarse éstas, las de Cartagena de Indias, las medallas propias de nuestro almirante español. Aún así, existen piezas con reversos de 1739 y anversos de 1741, dónde ser rememoran ambas batallas. Ésto puede ser debido a la utilización de cuños propios de las dos batallas, de una manera errónea, mezclando ambos momentos históricos, o a una especie de conmemoración consciente, de los "logros" de dos momentos, que están vinculados a través de un mismo almirante inglés (Vernon) incurso en dichas situaciones.
Hay un catálogo inglés bastante bueno, que habla sobre este tipo de piezas, pero peca de un patriotismo, que le impide hacer honor a la verdad... Os lo pongo más abajo.
En este tratado, intentan restar importancia al error de la corona inglesa, argumentando, que las medallas fueron acuñadas en talleres artesanales en forma de souvenir y no en una ceca oficial... Cuando, fue el propio rey, que por mandato oficial, instó a que se acuñaran, para dejar constancia de los logros británicos.
Los ingleses, son tendentes, a cambiar el curso de la historia... más aún, cuando éstos, salen perjudicados… ya lo hicieron, al "derrotar" a una de las tantas flotas que tuvo Felipe II, poniéndola el nombre de “La Armada Invencible”… engrandeciendo así la derrota. Fue sin duda, una flota amplia, pero no la más grande que hubiese podido formar el monarca español, ni la más importante.
La medalla de Cartagena de Indias
En Cartagena de Indias, los ingleses se anticiparon desastrosamente a los resultados de la batalla… una victoria que nunca ocurrió.
El almirante Vernon, notificó prematuramente, a Jorge II, la victoria de sus hombres
Inmediatamente el rey, mandó acuñar medallas con la presencia de Vernon, humillando a Blas De Lezo, y empezó a regalarlas y venderlas. Cuando se enteró de que los acontecimientos habían sido completamente contrarios, y que los damnificados eran los propios ingleses, intentó retirar por todos los medios las medallas acuñadas... Sin lograrlo. Por eso, son piezas de gran interés histórico, no por lo que cuentan, si no, por cómo fueron creadas y por ser ajenas a una verdad temporal, fruto de una subestimación al enemigo.
La flota de los ingleses, era muchísimo mayor en número, que la que años atrás fue bautizada por ellos mismos, bajo el sobrenombre de “La Armada Invencible" española.
Era lógico pensar que 186 navíos ingleses y 27.600 soldados... frente a sólo 6 barcos españoles y un puñado de hombres (3.600) al mando de don Blas, no iban a ser problema alguno, para obtener la victoria, ende, cuando Vernon se sentía tan glorioso, al haber derrocado a los españoles, dos años antes, en Portobelo.
La fecha en estas medallas refleja curiosamente el mes de Abril… seguramente es cuando le llegó a Jorge II, la información de Vernon.
Normalmente en una de las caras de la medalla aparece el almirante inglés, mostrando su orgullo, bajo la leyenda: "Admiral Vernon Veiwing the town if Carthagena" ("El almirante Vernon contemplando la villa de Cartagena") en la otra, suelen presentarse la disposición de los barcos en la batalla, bajo la leyenda: "The Pride of Spain humbled by Ad. Vernon" ("El orgullo de España humillado por el almirante Vernon")
Esta tipología a veces cambia...
Medalla de la Toma de Cartagena con fecha de 1741, sin mes. Colección del autor.
En ciertos ámbitos, se defiende la idea de que las medallas fueron acuñadas por botoneros y artesanos.
Pero para realizar este tipo de acuñaciones, se necesitan muchos “ingredientes”:
- Materia prima en grandes cantidades (cobre)
- Hornos de fundición de metal y combustible para la quema.
- Grabadores y abridores de cuños.
- Todos los materiales que están íntimamente relacionados con el proceso de acuñación, tales como; rieles, máquinas de laminación, rodillos laminadores y acuñadores, tórculos…
- y la noticia de primera mano venida de Cartagena de Indias.
Es decir, es imposible que esta gente realizara tales trabajos fuera de las cecas oficiales.... Pues carecían de este tipo de maestría, de personal y de los medios adecuados. A parte, el arte de las medallas, aún con sus variantes es idéntico, por lo que los cuños son siempre los mismos. Por otro lado se hicieron medallas con metales más nobles como la plata, e incluso el oro. Una característica, que indica un poder adquisitivo mayor de lo que muchos talleres podrían permitirse... Y se anula la condición de souvenir de las medallas, que muchos las quieren atribuir.
Para aquellos interesados en las medallas de Cartagena de Indias, podéis visitar el Museo Naval de Madrid (en restauración o ya restaurado), en el Paseo del Prado 5, en donde se muestran algunas de las medallas del almirante guipúzcuano Blas De Lezo.
Aquí tenéis un vídeo que hice en una entrada anterior, sobre una de las medallas de Vernon y Blas De Lezo, con mezcla de las dos batallas: Portobelo y Cartagena.
Dos fueron los motivos esenciales, en la producción de un nuevo circulante, para que por primera vez, se acuñaran monedas con Reales Ingenios:
1) Aumento en la velocidad y en el volumen de las acuñaciones.
2) Mejoría en la impronta de las monedas y recortes más precisos de los cospeles ya acuñados, favoreciendo a priori, la falsificación de moneda nueva.
Con respecto al primer punto, diremos, que las monedas se van a acuñar a una velocidad mayor, de la que gozaban los cospeles acuñados con martillo. Cierto es, que las acuñaciones a golpe con troqueles, si eran constantes y realizadas por un acuñador fuerte y experimentado, disfrutaban de gran dinamismo… pero el problema, casi siempre suele venir dado por unas improntas en ocasiones, mal grabadas en las monedas, debido a esa misma premura… normalmente, tales operarios, cobraban en proporción al volumen total acuñado.
Por otro lado, los rodillos de laminación y de acuñación, en la Ceca de Segovia, no acusaban, evidentemente, cansancio, (pues no eran molinos de sangre) como sí lo tenían, los operarios de la fábrica, sencilla y llanamente, porque los rodillos eran accionados por la energía motriz del paso del agua… y a parte, con este tipo de acuñación, se conseguía economizar también en gastos derivados de los estipendios que conseguían estos acuñadores por realizar su trabajo, ya que, como decimos, en los Reales Ingenios, se utiliza exclusivamente la fuerza del caudal del agua, para su funcionamiento…
(Podéis ahondar más sobre las marcas de dilatación efectuadas por los rodillos Aquí)
En relación al segundo punto, ya hemos comentado en otras ocasiones, que debido a la picaresca de la gente, basada en cercenar las monedas acuñadas a martillo, se intentó establecer un nuevo método por el cual el circulante, fuera más circular y poseyera una gráfila que delimitara todo el arte de la moneda y que evitara recortes de metal…
Al ser máquinas que desarrollaban una gran presión, las improntas eran más marcadas. Por otro lado, los cospeles podían ser bastante más grandes que las piezas acuñadas a martillo, por lo que se establecieron valores nuevos en las monedas de cobre y se constituyeron incluso piezas de altísima relevancia económica e histórica, como los conocidos cincuentines y centenes del Real Ingenio de Segovia. Aquí tenéis un documental sobre la ceca de Segovia.
Pero todos estos adelantos no hubieran sido posible, sin la iniciativa de un Rey tan inteligente, que poseía una curiosidad por lo desconocido fuera de lo normal, y una atracción desmesurada por el arte de su época, Felipe II.
16 maravedís de busto, todos con parte del brillo original.
Cuando oímos hablar de brillo original en una moneda, debemos entender, que éste, hace mención a la conservación del lustre del metal en el paso del tiempo... Un brillo, como su propio nombre indica, original, y que detentó por primera vez la moneda, cuando fue acuñada.
Esta característica propia de algunas piezas mejor conservadas, hace que el precio de las mismas se dispare.
Son monedas importantes, puesto que nos retrotraen a una esencia primigenia en la creación de la pieza... Un brillo, que nos muestra como era esa joya en sus primeros días de vida... Es como una cápsula del tiempo que abrimos y que con gozo, podemos descubrir, que lo que hay dentro, se ha mantenido casi inalterables... El tiempo "parece no haber pasado" por ese tipo de monedas.
Para concretar mejor este conocimiento numismático, he visto oportuno mostraros en vídeo, tres piezas importantes de la época de Felipe IV.
Espero os guste.
Hace unos meses, tuve la fortuna de poder comprar una pieza muy curiosa. Al principio, parecía ser una moneda más... Una pieza, de la última serie de maravedís acuñados por Carlos III.
8 maravedís de Carlos III con fecha de 1788 sobre 1776. Segovia. Colección del autor.
La moneda resultaba ser un 8 maravedís de Carlos III con fecha de 1788, acuñada en la Ceca de Segovia… así, bajo esa descripción, también, se vendía en un principio… no obstante, a primer golpe de vista, me di cuenta de que no parecía una pieza al uso… a pesar de estar en una conservación no muy aceptable, pude percibir como la fecha, detentaba algún tipo de alteración. La moneda aparecía bastante sucia y no se dejaba ver bien por foto... Se ve que el vendedor, había pasado por alto esta apreciación… con más paciencia y a base de ampliar la imagen, observé que existía una rectificación de cuño, eso hizo que inmediatamente la comprase.
Una vez me llegó la pieza, pude comprobar con lupa mis sospechas… una fecha modificada, por lo tanto un cuño alterado en esa parte de la leyenda, por ello una moneda inédita hasta donde yo sé.
Como no percibía todavía bien la fecha, al estar sucia, tuve que limpiarla… así fue la manera de constatar los últimos dos dígitos modificados de la fecha, el 7 y el 6.
Es decir, 1776 con rectificación de 1788…
Ampliación de la fecha.
En ese momento, no la di más importancia de la que tenía, creyendo que tal vez fuera una especie de enmienda del grabador, por presentarse tal vez unos números mal grabados y que quiso corregir … (Entrada sobre unos de los mejores grabadores de moneda de todos los tiempos)
Pero fue hace unos pocos días cuando le mostré la moneda a mi amigo Rubén, argumentandole, que algún "secreto" podría esconder esa moneda.
Días antes, le había mandado un mensaje con fotos de la moneda a López de la Fuente, para que tuviera constancia de ella, aunque a día de hoy, todavía no he obtenido respuesta.
Mi amigo Rubén al ver la pieza, de ipsofacto me llamó… no salía de su asombro… y me comentó que hace tiempo le pareció escuchar de los labios de Murray una historia en relación a unas monedas de 8 maravedís acuñadas por Carlos IV con fecha de 1788.
Por otro lado, sí que es cierto que existe una moneda catalogada en los "Tipos y Variantes de los Maravedís de los Borbones" de López de la Fuente, que usa la fecha de 1788 sobre fecha anterior de 1778… aunque opino, pues no se aprecia bien en la foto, que en realidad será una moneda de 1776 y no de 1778 como aparece en el catálogo.
Después de unos días, mi amigo Rubén me envió información del maestro Murray… información que creo que viene como caída del cielo, para poder explicar el por qué de esta moneda.
Estudio del maestro G. Murray sobre los maravedís de Carlos IV acuñados con fecha de 1788.
Como se ve en el documento de Murray, el propio Carlos IV, ordena a fecha de 1790 acuñar una partida de monedas con fecha de 1788 e incluso 1789. Viene a exponer, que al no poder acuñar más moneda de la estipulada según la ordenanza del momento, y para subsanar la economía durante el periodo de guerra con Francia, manda acuñar moneda con cuños antiguos y elige la fecha de 1788 como la más óptima.
Tengamos en cuenta que es esta fecha, la de 1788, la última con la que acuña Carlos III los maravedís de busto.
Murray expone, que la moneda de 1788 con rostro de Carlos IV es rara de por sí y es muy valorada... Hasta ahí todo correcto. Pero, entonces ¿Dónde encaja mi moneda?... Porque en ningún caso se dice que los cuños anteriores, se utilicen sobre moneda ya acuñada... Y está claro, que el 8 maravedís de la entrada tiene una rectificación de cuño sobre una moneda de 1776.
Pero del estudio, sí se llega a matizar, que se puedan utilizar cuños anteriores de monarcas que hayan cesado o fallecido, como es el caso de Carlos III.
"...o conveniere aprovechar los cuños del que cesa o fallece"
Teoría de un servidor
Según el "documento" anterior, todo podría encajar.
Por una parte, existen cuños anteriores del propio monarca (Carlos IV) con su rostro, que se utilizan para acuñar moneda fuera de la pragmática de 1790.
Pero parece ser, por lo que extraigo del trabajo de Murray, que también se acuñaron monedas con cuños anteriores de monarcas que hubieran cesado o fallecido... Por eso, podríamos tener una moneda de 1776 con rostro de Carlos III y rectificación de cuño de 1788.
¿Y por qué esta fecha y no otra?... Puede ser debido, a que el 6 es el número que más se camuflaría el 8... Es más fácil que pase desapercibido un 6, que cualquier otro número.
Evidentemente, esta moneda no debiera estar catalogada, dentro del periodo de Carlos III, al lado de cualquier otra de esta fecha, con el rostro del monarca, si no, en el período su hijo, aún con el rostro de su padre... Ya que, desde mi punto de vista, Carlos IV excogió un cuño de 1776 y se rectificó la fecha de 1788 para confeccionar este tipo de moneda... Con ello, conseguían dos tretas:
1) Poseer más circulante para sufragar la guerra contra Francia y que esté "fuera de las cuentas" que se llevan a cabo sobre moneda recién acuñada por pragmática .
2) Conseguir por medio de esta rectificación de fecha, por lo tanto de cuño, identificar este tipo de piezas para llevar su control, y discernirlas de las piezas originales oficiales de 1788, acuñadas éstas sí, por Real Pragmática.
Creo que ya conocéis mi predilección por coleccionar monedas del periodo de los Austrias… eso no impide, que de vez en cuando, quiera adquirir piezas de otras épocas, que justamente, completan y justifican mi colección. Me explico: como me atraen muchos periodos de la historia (también numismáticamente hablando) no tendría mucho sentido, enclavarme únicamente en un rango de tiempo determinado (en mi caso, el período comprendido desde Carlos V hasta Carlos II) sin contemplar piezas de épocas anteriores y posteriores al mismo, de “gran trascendencia” histórica.
Busto de Carlos I de España y V de Alemania. Monasterio de Yuste. Foto del autor.
¿Cómo entender por ejemplo los avances en las monedas de los Austrias, si no se han estudiado aspectos anteriores que justifican la evolución de este circulante?… y de igual manera, ¿cómo no atender a consideraciones futuras a estos periodos…que son las que muestran los logros conseguidos por épocas pasadas?
Claro, que ésto, tiene sentido para mí, porque es una forma de autojustificarme, en el sentido de que como me atraen todos los periodos, tengo que buscar una “treta” para conseguir cohesionarlos a todos…
Por otra parte hay que ser selectivo, pues la numismática es tan amplia, que no “vamos a tener éxito” si intentamos abarcar todo… por ejemplo, si quisiéramos dedicarnos sólo a coleccionar moneda romana, ya sólo en ese Imperio, por la cantidad de emperadores y periodos que hay… se nos haría casi imposible concretar nuestro tipo de colección… por eso hay que centrar aquellos principios que deben regir el hilo conductor de nuestro coleccionismo…
Pienso que el buen coleccionismo, es el que busca dar sentido a nuestras propias colecciones. En mi caso, como me apasiona el circulante del periodo de los Austrias, hace que mi predilección por estas monedas sea mayúscula… eso no impide, que me atraigan, como digo, otros periodos como el griego, el romano, el medieval e incluso el que se centra en el centenario… quito de la lista la moneda actual, que nada me atrae… pero no puedo abarcar de manera exhaustiva cada uno de estos periodos, pues ni con 20 vidas lo lograría… por ello, si quiero adquirir piezas de distintos siglos, tengo que plantear una estrategia y ver qué es lo que quiero y qué es lo que puedo coleccionar y por qué.
El coleccionar monedas significativas de todos los periodos, de una manera general y centrarme en alguno de ellos más que en otros, da sentido a mi propia colección, o eso es lo que siento yo… y posibilita esconder esa limitación de querer abarcarlo todo.
Vosotros mismos tenéis que encontrar vuestro propio sentido, uno, que dé a vuestras colecciones uniformidad… y que nazca de los gustos que tengáis… hay que indagar en una coherencia determinada en el coleccionismo de monedas… y esa coherencia, valga la redundancia, hará que cada colección sea propia y que alcance o no una exclusividad determinada.
Hay coleccionistas que se dedican a adquirir por ejemplo errores, otros coleccionan monedas falsas de época, otros se dedican sólo a un periodo, los hay que coleccionan de todo bajo ciertos criterios, también los que tienen dos o tres tipos de colecciones distintas e independientes, otros se dedican en coleccionar monedas con improntas de mujeres, y matrimonios de conveniencia, otros coleccionan sólo jinetes montando a caballos, otros reyes barbudos, otros emisiones desplazadas, otros monedas según el metal del que estén hechas, otros, monedas de necesidad…los que menos, monedas que acontezcan momentos históricos relevantes… entonces otros se pasan a las medallas y empiezan a coleccionar piezas de un monarca o de un acontecimiento bélico, o solo monedas de naufragios … y de repente se pasan a los plomos y empiezan a comprender lo maravilloso que resulta el mundo de la sigilografía… y sin darse cuenta, empiezan a poseer piezas muy variadas y de distintos ámbitos… por eso es importante, que abarques lo que abarques, todo tenga un sentido y esté relacionado… que tenga un hilo conductor común y globalizado, que dé unidad a nuestra forma de coleccionar.
Denario de Barskunes. Rostro barbado mirando a derechas.Cuando empezamos a coleccionar, suele importar normalmente más, la cantidad que la calidad… pero este proceso es normal y puede que productivo, ya que gracias a él, vamos a empezar a decantarnos con el tiempo, por un tipo de coleccionismo determinado… nadie en su “sano juicio”, empieza a coleccionar monedas con un rango adquisitivo muy alto, porque son el conocimiento y la experiencia, los que nos van a ir curtiendo y enseñando lo que queremos, aprendiendo a apreciar por ejemplo, la compra de monedas con precios más elevados.
Lo he dicho alguna vez ya, que el conocimiento numismático no sólo hace que aprendamos de historia y de piezas, si no que ayudan a valorar, por qué los precios que se manejan son los que son…
En este primer proceso “acaparador” de monedas, el aprendizaje, seguro que va surgiendo de manera natural… empezaremos a tener curiosidad por lo que compramos, y lo que vemos… y el tiempo y nuestros gustos y expectativas, harán, que comencemos a modelar el tipo de coleccionismo que queremos conseguir.
A veces, por no decir casi siempre, el camino se hace más interesante que el propio fin… si por ejemplo estamos detrás de una pieza desde hace años, en ese periodo de tiempo de búsqueda, sabremos seguramente mucho más de ella, y el placer que tendremos al poder al fin conseguirla y valorarla en su justa medida, será mayor, que la de comprar por comprar cualquier otro tipo de moneda.
Y ante todo no escatimemos en catálogos…y libros… fotos y webs de coleccionismo…que son una base indispensable para educarnos...
A partir de 1602, Felipe III ordena la labra de monedas de cobre en aquellas cecas españolas del territorio peninsular.
Se rompe así, la tradición desde los Reyes Católicos, de crear moneda menuda con liga de plata. Lo que antes era circulante con un valor intrínseco de vellón rico y pobre, ahora, con el nuevo monarca, será de cobre.
Tenemos que matizar, no obstante, que es por primera vez con Felipe II, cuando se labran unos pocos ochavos de cobre a molino, en el Real Ingenio de Segovia… pero inmediatamente poco después de suceder ésto, el rey se ve obligado mediante presión, a introducir una minúscula proporción de liga de plata… para diferenciar esas monedas con “ley” de las que son puramente de cobre, el monarca, anula la presencia de la marca de ensayador y de ceca en los cospeles improntados, curiosamente al revés de cómo debería estar concebido en un principio.
Ochavo de Felipe II con liga de plata de 1597 sin marca de ceca ni ensayador. Subastada por Cayón el 11/12/2006.
En la ceca de Segovia, que es la que nos ocupa hoy, a partir de 1602, con Felipe III, se acuña tanto a martillo como a molino… en ambas modalidades, ya no aparece la marca de ensayador, pues son monedas que carecen de liga de plata. Aunque en la primera serie emitida por Felipe III de vellón, de 1598 a 1602 (monedas que a penas poseen un grano de plata, y no deben por ello ser piezas consideradas sólo de cobre) hay también ejemplos de cuartos y ochavos del Real Ingenio, en los que no aparece la marca de ensaye e incluso tampoco la marca de ceca, pero es debido a que el monarca acoge los preceptos diferenciadores que establece su padre, Felipe II, en esas primeras emisiones de 1598 (para distinguir las monedas de vellón, de las de cobre)...
Ochavo de Felipe III con liga de plata y marca de ensayador de 1599. Real Ingenio de Segovia. Subastada por Áureo y Calicó el 11/12/2018. No posee marca de ceca ni de valor.
Cuando nos encontramos con una moneda de este periodo sin la marca de ceca, para saber si es de Segovia, debemos fijarnos en el tipo de arte de la pieza. En este sentido, las de Real Ingenio no dejan lugar a dudas ...son las acuñadas a martillo las que pueden despistarnos, así que, atenderemos a otro elemento significativo, como es la propia fecha. El primer dígito de la misma, el 1, siempre aparece como J, así que es fácil poder catalogar el lugar de procedencia de una moneda de estas características.
En 1602, como dijimos, la liga de plata desaparece del circulante menudo y no sólo eso, si no que los cospeles, se ven sometidos a una mengua de tamaño, y peso, concretamente a la mitad, en comparación con la moneda que circulaba con anterioridad.
Las falsificaciones sobre este circulante y el poco valor intrínseco de las piezas, unido a su condición fiduciaria, hizo, que la sociedad empezara a preferir “consumir” mucha más moneda de plata en valores bajos. Es en 1619, cuando se anulan las emisiones nuevas de este monarca.
Pieza del mes
Ochavo de Felipe III de cobre, con ceca de 1605 y marca de ceca inédita en disposición horizontal a izquierdas del castillo. No catalogada.
Es una moneda de cobre con valor de dos maravedís, labrada en la difícil fecha de 1605.
La ceca de Segovia en este tipo de piezas (cuartos y ochavos) de la serie de 1602 en adelante, presenta un acueducto en disposición vertical u horizontal siempre a izquierdas del castillo, como marca de ceca, exceptuando una variante en el que la marca de "la puente" se observa a derechas del castillo, pero es hoy por hoy, solo visible en pocos cuartos emitidos por determinada pragmática.
En el valor de 4 maravedís, o cuarto, las columnas del acueducto son precisamente 4, aunque hay excepciones que confirman la regla, como este cuarto con 5 columnas (foto inferior)
En los 2 maravedís u ochavos, solamente son tres columnas las que porta la marca de la ceca… ocurre lo mismo en el valor de 1 maravedís.
Esta moneda que os presento, fue acuñada dentro de estos años de encarecimiento total de la liga de plata.
Es por lo tanto, una moneda de cobre, con valor de dos maravedís, acuñada en la difícil fecha de 1605.
Ya de por sí, es una joya rara, pues fue creada en una fecha difícil de ver… pero lo es aún más, al tener la marca de ceca en disposición horizontal a la izquierda del castillo.
El catálogo de Sanahuja solo contempla un ochavo de 1605 con marca de ceca en posición vertical, así que, aquí nos encontramos con una variante no solo nueva, si no, también muy peculiar, habida cuenta de lo difícil que es encontrar monedas con esta fecha.