La recogida y posterior fundición del material sobrante en el proceso de acuñación de las monedas, era tan importante o más, que la propia supervisión de la cantidad de metales que entraban en las respectivas casas de moneda, para su consecuente transformación en circulante.
Cizalla de falsario, convención del Museo Arqueológico Nacional.
Estos “deshechos” podían encontrarse de muchas maneras:
- Cizallas, o recortes sobrantes de los rieles, una vez se conseguía “extraer” la moneda.
- Rieles con errores en fundición, laminación o acuñación. A veces, los rieles no pasaban satisfactoriamente alguno de los procesos anteriormente mencionados, por lo que volvían a ser fundidos para entrar de nuevo en la cadena de acuñación.
- Escobillas, o partes de metal sobrante en el proceso de fundición o acuñación, que eran recogidos mediante barrido de escoba y acuchillado de paredes.
- Monedas con arte muy defectuoso... Aunque se han conservado piezas con errores en acuñación, como monedas incusas, doble acuñación, etc… cuando los errores eran graves, las monedas se volvían a fundir (no siempre pasaba ésto)
- Monedas con desajuste en la liga de plata. En ocasiones, si las monedas no se ajustaban al peso o a la cantidad de plata reglamentaria (monedas sobre todo de vellón) volvían a ser fundidas.
En cuanto a las cizallas de metales preciosos, como el oro y la plata, los oficiales fundidores, se encargaban de fundirlas y realizar moneda nueva… como ya habían sido ensayadas con anterioridad, normalmente no necesitaban ser ensayadas de nuevo para confeccionar moneda nueva. Cuando ésto sí era necesario (la menor de las veces) los ensayadores, tenían el cometido de afinar la consecuente liga, ajustándola a lo establecido.
Los fundidores debían ser trabajadores expertos no sólo en en temas referentes a la fundición de metales, si no también, a la afinación de los mismos… hasta tal punto, que cuando se recogía este sobrante de metal, estaban obligados a informar a los ensayadores sobre las peculiaridades de dichos restos, e influir en el trabajo de los compañeros, antes de que se realizara esa segunda función. Incluso en las primeras fundiciones, los fundidores, deberán estar presentes con los ensayadores… estos últimos, se encargan de ensayar ciertos rieles de cada partida de fundición, después de ser guardados en caja fuerte, para su posterior estudio... y sólo podrán sacar dichas piezas de su cerramiento, con la ayuda del fundidor, pues él mismo, tendrá una de las llaves de dicha custodia.
Proceso de vertido de fundición en rielera.
El fundidor, se responsabiliza de la tenencia de los aparatos necesarios para el desenvolvimiento de su oficio, y vivirá dentro de la propia Casa de Moneda. El sueldo del fundidor, será de 6.000 reales de vellón al año.
Se establece así, la figura del superintendente, para inspeccionar el trabajo de los oficiales y dar cuenta de ello ante el superintendente general, jefe de todas las casas de moneda del reino. El superintendente, también tiene potestad para juzgar y debe ser una persona que goce de la total simpatía del monarca. Tiene libertad y mando por encima de cualquier otro tipo de autoridad legal, exceptuando la propiamente referida a la Real Junta de la moneda del rey. El sueldo del superintendente, será de 15.000 Reale de vellón al año.
Para el buen ensaye de las monedas, cada Casa de Moneda, contará con dos ensayadores. Su elección, deberá ser aprobada por el Ensayador Mayor del Reino, por mandato del propio rey, o por la Real Junta de Moneda.
Taller de ensayador, del "Arte del ensayador del oro y la plata" de Muñoz De Amador.
Ambos profesionales, realizan los ensayos, cada uno en su dependencia u oficina. El sueldo de cada Ensayador, será de 8.000 reales de vellón al año.
Todos estos trabajadores, son sólo una parte, del engranaje de las Casas de Moneda ... necesarios, para el buen funcionamiento de las mismas.
Cizalla de falsario, convención del Museo Arqueológico Nacional.
Estos “deshechos” podían encontrarse de muchas maneras:
- Cizallas, o recortes sobrantes de los rieles, una vez se conseguía “extraer” la moneda.
- Rieles con errores en fundición, laminación o acuñación. A veces, los rieles no pasaban satisfactoriamente alguno de los procesos anteriormente mencionados, por lo que volvían a ser fundidos para entrar de nuevo en la cadena de acuñación.
- Escobillas, o partes de metal sobrante en el proceso de fundición o acuñación, que eran recogidos mediante barrido de escoba y acuchillado de paredes.
- Monedas con arte muy defectuoso... Aunque se han conservado piezas con errores en acuñación, como monedas incusas, doble acuñación, etc… cuando los errores eran graves, las monedas se volvían a fundir (no siempre pasaba ésto)
- Monedas con desajuste en la liga de plata. En ocasiones, si las monedas no se ajustaban al peso o a la cantidad de plata reglamentaria (monedas sobre todo de vellón) volvían a ser fundidas.
En cuanto a las cizallas de metales preciosos, como el oro y la plata, los oficiales fundidores, se encargaban de fundirlas y realizar moneda nueva… como ya habían sido ensayadas con anterioridad, normalmente no necesitaban ser ensayadas de nuevo para confeccionar moneda nueva. Cuando ésto sí era necesario (la menor de las veces) los ensayadores, tenían el cometido de afinar la consecuente liga, ajustándola a lo establecido.
Los fundidores debían ser trabajadores expertos no sólo en en temas referentes a la fundición de metales, si no también, a la afinación de los mismos… hasta tal punto, que cuando se recogía este sobrante de metal, estaban obligados a informar a los ensayadores sobre las peculiaridades de dichos restos, e influir en el trabajo de los compañeros, antes de que se realizara esa segunda función. Incluso en las primeras fundiciones, los fundidores, deberán estar presentes con los ensayadores… estos últimos, se encargan de ensayar ciertos rieles de cada partida de fundición, después de ser guardados en caja fuerte, para su posterior estudio... y sólo podrán sacar dichas piezas de su cerramiento, con la ayuda del fundidor, pues él mismo, tendrá una de las llaves de dicha custodia.
Proceso de vertido de fundición en rielera.
El fundidor, se responsabiliza de la tenencia de los aparatos necesarios para el desenvolvimiento de su oficio, y vivirá dentro de la propia Casa de Moneda. El sueldo del fundidor, será de 6.000 reales de vellón al año.
Se establece así, la figura del superintendente, para inspeccionar el trabajo de los oficiales y dar cuenta de ello ante el superintendente general, jefe de todas las casas de moneda del reino. El superintendente, también tiene potestad para juzgar y debe ser una persona que goce de la total simpatía del monarca. Tiene libertad y mando por encima de cualquier otro tipo de autoridad legal, exceptuando la propiamente referida a la Real Junta de la moneda del rey. El sueldo del superintendente, será de 15.000 Reale de vellón al año.
Para el buen ensaye de las monedas, cada Casa de Moneda, contará con dos ensayadores. Su elección, deberá ser aprobada por el Ensayador Mayor del Reino, por mandato del propio rey, o por la Real Junta de Moneda.
Taller de ensayador, del "Arte del ensayador del oro y la plata" de Muñoz De Amador.
Ambos profesionales, realizan los ensayos, cada uno en su dependencia u oficina. El sueldo de cada Ensayador, será de 8.000 reales de vellón al año.
Todos estos trabajadores, son sólo una parte, del engranaje de las Casas de Moneda ... necesarios, para el buen funcionamiento de las mismas.
Los ejemplos que pongo de sueldos en reales, se centran en el reinado de Carlos III.
ResponderEliminarlos ejemplos que pongo de sueldos en reales, son en tiempos de Felipe V.
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