Enrique IV, instauró el primer taller de fabricación de moneda de Madrid, junto a un compendio enormes de "casas de moneda"... se intuye que más de 200.
Una M coronada, sería la marca de esta ceca. A día de hoy, todavía no se sabe dónde estuvo emplazada.
A penas 5 años, estuvo funcionando este taller artesanal, hasta que Felipe II, retomó las acuñaciones en 1591, pero esta vez, en la mismísima casa del grabador italiano, Giacomo De Trezzo, con la ayuda de oficiales de la casa de moneda de Toledo y con bastantes cospeles, provenientes de la Casa Vieja de Segovia.
Debido al excedente de metales preciosos venidos de las Américas, el rey, intentó sin éxito, configurar la Casa de la Moneda de Madrid, junto al Río Manzanares, con los nuevos Reales Ingenios provenientes de Tirol, pero el curso de agua no era el apropiado y tras meses de estudios y negociaciones, situó la nueva fábrica, en el cauce del Río Eresma, en la ciudad de Segovia. Surge así el Real Ingenio de Segovia.
Antes de lo dicho, Felipe II siguió acuñando monedas, en la casa de Trezzo. Ésta había sido construida por el arquitecto del Rey; Juan De Herrera, amigo a su vez del grabador. La morada se situaba en la actual arteria de Madrid, La Gran Vía.
En este taller, se utilizó el denominado “Ingenio de Tijera” elaborado por Miguel De La Cerda, en él, se acuñaron piezas de bastante buena factura... hoy en día a penas se cuentan con los dedos de la mano y se constituyen, como verdaderas rarezas dentro del mundo numismático.
Años más tarde a la acuñación de monedas en la casa del grabador italiano, el primer Duque de Uceda, Cristóbal Gómez De Sandoval, por orden expresa de Felipe III, dispone la primera casa de moneda oficial de Madrid, en las cercanías de la Calle Segovia (anteriormente llamada, Calle de la Puente Segoviana) para acuñar moneda a martillo.
Dicha ceca de Madrid, contaba con dos talleres próximos, uno en frente del otro. En uno de los mismos se acuñada a golpe de martillo, en el otro, se disponía de los nuevos ingenios que acuñaban a molino.
El edificio principal, constaba de dos plantas… el sótano estaba destinado al propio taller. Acuñó está fábrica hasta 1662.
No obstante, hubo un tercer edificio, situado en el espacio que ocuparía después, el palacio de Linares, pero eso ya fue en el reinado del “Rey Planeta”.
Segunda Casa de la Moneda de Madrid con Felipe IV
Las primeras acuñaciones en Madrid, de los Felipes de Busto del rey Felipe IV, tuvieron lugar, en la primera Casa de la Moneda, confeccionada por Felipe III, en la Calle Segovia. La marca de ceca sería MD.
Sus dos ensayadores, fueron Pedro De Arce Montero (A) que ensayó de 1660 a 1661 tanto a martillo como a molino, e Ignacio de Payna (Y) de 1661 a 1662, que sólo acuñó a molino.
8 Maravedís a martillo de la Ceca de Madrid. Calle de Segovia. 1661. Marca de ensayador A.
8 maravedís de la Ceca de Madrid. Ensayador Ignacio De Payna 1661. Calle Segovia.
Con Felipe IV, concretamente en 1662, se disponen las acuñaciones de vellón rico y plata con ingenios de laminación, 12 en total. Estarán situados en la Puerta de Alcalá. Este emplazamiento nuevo, con tal maquinaria, conformará la segunda Casa de la Moneda de Madrid. La ceca, cesa su producción, el 15 de Octubre de 1664. En esta nueva casa, sólo se acuñará a molino.
Su marca de ceca será una M.
Los ensayadores que trabajan en esta nueva Ceca, son: Sebastián González De Castro (S) de 1662 a 1664, el conocido Ignacio de Payna (Y, I) de 1662 a 1664 y Bernardo De Pedrera (BR) que ensaya en el último año, de este nuevo tipo de moneda, en 1664.
8 maravedís de 1662 con Ceca de Madrid. Puerta de Alcalá. Ensayador Y. Plata en superficie.
16 maravedís con Ceca de Madrid. Ensayador M. 1662. Puerta de Alcalá. Plata en superficie.
Las acuñaciones en estos tiempos, y años anteriores, respondían, no solo a la autoridad real, si no también, a poderes estatales, como la propia iglesia, e instituciones privadas con gran poder adquisitivo. No es, hasta la llegada de Felipe V, cuando la ceca, obedecerá sólo a un mandatario; el propio monarca.
El primer Borbón, extenderá sus dominios en varias casas de moneda distribuidas en todo el territorio español, éstas serán: la prestigiosa ceca de Segovia, la propia ceca de Madrid, Sevilla, Pamplona, la ceca gallega de Jubia y la de Manila en Filipinas)
En 1864, Isabel II centraliza la producción de las cecas en una única casa de moneda, la de Madrid, y la situará en los Jardines del Descubrimiento de la Plaza de Colón.
En 1868 se implanta la peseta en Madrid, como unidad monetaria nacional. A consecuencia de ello, se cierran las demás cecas del país, exceptuando la producción que llega de Barcelona, que se hará, mediante los talleres privados de Oeschger, Mesdach y Cía cuya marca de ceca será OM.
Es en 1856 cuando se construye la primera máquina a vapor, que progresivamente, sustituirá a los volantes instaurados con Carlos III… una original prensa, mejorada a partir del invento del francés Thonnelier… que con el tiempo, irá cambiando su fuente de energía, pasando del vapor, a la electricidad.
En 1893 la regente María Cristina, creará la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, con sede en Madrid, unificando la producción de moneda y sello. Su localización, será en la misma Plaza de Colón. Allí, se hace indispensable trabajar con nueva maquinaria, y es en 1964, cuando se emplaza la fábrica de esta sede, a la actual; el número 106 de la Calle Jorge Juan.
En cuanto a los trabajos de los falsarios en el periodo de Felipe IV, esta ceca goza de divertidos esperpentos como el que se ilustra en la imagen inferior.
16 maravedís falsos de época, emulando la ceca de Madrid. Copia en marca de Ensayador (Y). 1663
Una M coronada, sería la marca de esta ceca. A día de hoy, todavía no se sabe dónde estuvo emplazada.
A penas 5 años, estuvo funcionando este taller artesanal, hasta que Felipe II, retomó las acuñaciones en 1591, pero esta vez, en la mismísima casa del grabador italiano, Giacomo De Trezzo, con la ayuda de oficiales de la casa de moneda de Toledo y con bastantes cospeles, provenientes de la Casa Vieja de Segovia.
Debido al excedente de metales preciosos venidos de las Américas, el rey, intentó sin éxito, configurar la Casa de la Moneda de Madrid, junto al Río Manzanares, con los nuevos Reales Ingenios provenientes de Tirol, pero el curso de agua no era el apropiado y tras meses de estudios y negociaciones, situó la nueva fábrica, en el cauce del Río Eresma, en la ciudad de Segovia. Surge así el Real Ingenio de Segovia.
Antes de lo dicho, Felipe II siguió acuñando monedas, en la casa de Trezzo. Ésta había sido construida por el arquitecto del Rey; Juan De Herrera, amigo a su vez del grabador. La morada se situaba en la actual arteria de Madrid, La Gran Vía.
En este taller, se utilizó el denominado “Ingenio de Tijera” elaborado por Miguel De La Cerda, en él, se acuñaron piezas de bastante buena factura... hoy en día a penas se cuentan con los dedos de la mano y se constituyen, como verdaderas rarezas dentro del mundo numismático.
Años más tarde a la acuñación de monedas en la casa del grabador italiano, el primer Duque de Uceda, Cristóbal Gómez De Sandoval, por orden expresa de Felipe III, dispone la primera casa de moneda oficial de Madrid, en las cercanías de la Calle Segovia (anteriormente llamada, Calle de la Puente Segoviana) para acuñar moneda a martillo.
Dicha ceca de Madrid, contaba con dos talleres próximos, uno en frente del otro. En uno de los mismos se acuñada a golpe de martillo, en el otro, se disponía de los nuevos ingenios que acuñaban a molino.
El edificio principal, constaba de dos plantas… el sótano estaba destinado al propio taller. Acuñó está fábrica hasta 1662.
No obstante, hubo un tercer edificio, situado en el espacio que ocuparía después, el palacio de Linares, pero eso ya fue en el reinado del “Rey Planeta”.
Segunda Casa de la Moneda de Madrid con Felipe IV
Las primeras acuñaciones en Madrid, de los Felipes de Busto del rey Felipe IV, tuvieron lugar, en la primera Casa de la Moneda, confeccionada por Felipe III, en la Calle Segovia. La marca de ceca sería MD.
Sus dos ensayadores, fueron Pedro De Arce Montero (A) que ensayó de 1660 a 1661 tanto a martillo como a molino, e Ignacio de Payna (Y) de 1661 a 1662, que sólo acuñó a molino.
8 Maravedís a martillo de la Ceca de Madrid. Calle de Segovia. 1661. Marca de ensayador A.
8 maravedís de la Ceca de Madrid. Ensayador Ignacio De Payna 1661. Calle Segovia.
Con Felipe IV, concretamente en 1662, se disponen las acuñaciones de vellón rico y plata con ingenios de laminación, 12 en total. Estarán situados en la Puerta de Alcalá. Este emplazamiento nuevo, con tal maquinaria, conformará la segunda Casa de la Moneda de Madrid. La ceca, cesa su producción, el 15 de Octubre de 1664. En esta nueva casa, sólo se acuñará a molino.
Su marca de ceca será una M.
Los ensayadores que trabajan en esta nueva Ceca, son: Sebastián González De Castro (S) de 1662 a 1664, el conocido Ignacio de Payna (Y, I) de 1662 a 1664 y Bernardo De Pedrera (BR) que ensaya en el último año, de este nuevo tipo de moneda, en 1664.
8 maravedís de 1662 con Ceca de Madrid. Puerta de Alcalá. Ensayador Y. Plata en superficie.
16 maravedís con Ceca de Madrid. Ensayador M. 1662. Puerta de Alcalá. Plata en superficie.
Las acuñaciones en estos tiempos, y años anteriores, respondían, no solo a la autoridad real, si no también, a poderes estatales, como la propia iglesia, e instituciones privadas con gran poder adquisitivo. No es, hasta la llegada de Felipe V, cuando la ceca, obedecerá sólo a un mandatario; el propio monarca.
El primer Borbón, extenderá sus dominios en varias casas de moneda distribuidas en todo el territorio español, éstas serán: la prestigiosa ceca de Segovia, la propia ceca de Madrid, Sevilla, Pamplona, la ceca gallega de Jubia y la de Manila en Filipinas)
En 1864, Isabel II centraliza la producción de las cecas en una única casa de moneda, la de Madrid, y la situará en los Jardines del Descubrimiento de la Plaza de Colón.
En 1868 se implanta la peseta en Madrid, como unidad monetaria nacional. A consecuencia de ello, se cierran las demás cecas del país, exceptuando la producción que llega de Barcelona, que se hará, mediante los talleres privados de Oeschger, Mesdach y Cía cuya marca de ceca será OM.
Es en 1856 cuando se construye la primera máquina a vapor, que progresivamente, sustituirá a los volantes instaurados con Carlos III… una original prensa, mejorada a partir del invento del francés Thonnelier… que con el tiempo, irá cambiando su fuente de energía, pasando del vapor, a la electricidad.
En 1893 la regente María Cristina, creará la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, con sede en Madrid, unificando la producción de moneda y sello. Su localización, será en la misma Plaza de Colón. Allí, se hace indispensable trabajar con nueva maquinaria, y es en 1964, cuando se emplaza la fábrica de esta sede, a la actual; el número 106 de la Calle Jorge Juan.
En cuanto a los trabajos de los falsarios en el periodo de Felipe IV, esta ceca goza de divertidos esperpentos como el que se ilustra en la imagen inferior.
16 maravedís falsos de época, emulando la ceca de Madrid. Copia en marca de Ensayador (Y). 1663
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