martes, 11 de junio de 2019

La difícil Ceca de Córdoba

Se tiene constancia de la primera ceca cordobesa en época romana.
Se siguió acuñando en esta tierra, durante el periodo de la Reconquista.

Con respecto a la época romana, sabemos que el general Claudius Marcellus, fundó una colonia importante, que fue capital de la provincia bética romana, donde actualmente, descansa la ciudad cordobesa (Corduba).

Ésto, ocurrió a mediados del siglo II antes de Cristo. Ya por esa época, se acuñaron pequeños cuadrantes (80 al 79 A. C) y acuñaciones militares romanas o "moneta castrensis" a través de cecas cordobesas itinerantes.

Ello, derivó, a que en diversas regiones cercanas a la capital, se acuñara moneda romana.

Del 575 al 710 después de Cristo, cumplió labores la Ceca Cordobesa, en pleno reinado Visigodo.

Egabro (ciudad Visigoda) también tuvo su ceca en Córdoba, y ésto fue, durante el reinado de Chintila y en tiempos de Égica y Wittiza.

Con Enrique IV se establecen las Cortes de Córdoba en 1455, donde los procuradores exigen la equiparación de la moneda castellana con la moneda extranjera, ya que las piezas desgastadas que venían de fuera de la península, valían lo mismo que aquellas monedas foráneas que no lo estaban... Fenómeno, que no se daba con la moneda labrada por Enrique IV (las monedas desgastadas castellanas, valían menos que aquellas piezas "regionales" que no sufrían dicho desgaste).

Por otro lado, en estas Cortes, se exige una mayor presencia de plata, en la liga de las monedas de vellón... incluso el rey, reconoce, que están con la mitad de metal intrínseco noble, respecto a los vellones antiguos. Se pone como buen ejemplo, a la Casa de la Moneda de Segovia... No olvidemos, que por esta época, los comerciantes empiezan ya a rechazar en sus transacciones comerciales, aquellos vellones con bajo contenido en plata...

Es con la llegada de los Reyes Católicos, y su pragmática de 1497 de Medina del Campo, cuando se prescinde de las labores de esta ceca, y se seleccionan las casas de moneda más importantes, para acuñar las nuevas emisiones que se establecen según la incipiente reforma monetaria.

En 1661, Felipe IV, gracias a la nueva reforma monetaria, una de las más importantes realizadas en toda las épocas, y hecha para sufragar el trabajo de los falsarios (sin éxito alguno), concede a Córdoba, la potestad para seguir acuñando moneda de vellón a molino, comúnmente llamada "moneda ligada" acuñada, por ingenios de laminación. Para este convencimiento, se alimentó la idea, de que Córdoba era una región, que disponía de minas de plata y cobre, de muy buena factura y a la que sólo le faltaba, una casa de acuñación con ingenios movidos por corriente de agua.

Para la construcción de esta "nueva" ceca, se visitaron otras casas de moneda cercanas, cómo fueron la de Sevilla y la de Granada.

Se escogió el molino de Martos, ubicado en pleno río Guadalquivir, para abastecer a los reales ingenios de fuerte y buen caudal de agua... al final, se desestimó esta ubicación, y se empezó a acuñar, en las casas del patrono Diego de Góngora Pineda y Vacariço, estancias denominadas "Casas de Carretas", situadas en el perímetro de San Nicolás de la Villa.

El 10 de Diciembre de 1661 comienzan las obras de instalación (de los 4 molinos que conformarán la casa de la moneda) y supuestamente de demolición, de dicha estancia, para construir y edificar encima, la Real Casa de Moneda.

Se tiene conocimiento, de que la Casa de Carretas, estaba situada en la plaza de San Hipólito, actualmente desaparecida y convertida, en la Calle de Don Alonso de Aguilar, siendo uno de los tramos, del Paseo de Gran Capitán.

Es en 1663, cuando se produce la primera labra de este nuevo vellón, en está "difícil" fábrica de moneda cordobesa. A finales de 1664, se cancelan las labores de acuñación, enviando los ingenios a Sevilla, un año después.
16 maravedís de Felipe IV de 1663, con Ceca de Córdoba. Ensayador Simón De Tapias.


No es de extrañar, que la Ceca de Córdoba, con un periodo tan nimio en productividad de trabajo, sea una de las menos fructíferas, en cuanto a producción de vellón se refiere... No es común, encontrar, en los Felipes de busto, lo valores de 2, 4 u 8 maravedís... Por otro lado, los cospeles labrados que salieron de la Real Casa de la Moneda de Córdoba, fueron posteriormente confundidos dentro del mundo numismático  con los que procedían de la fábrica de Toledo (error en la concepción de la T de Ensayador, vista como marca de Ceca toledana). Al estar la Ceca cordobesa, tan poco tiempo en activo... a penas se conocía su existencia... Fue el maestro Glen Murray, entre otros pocos, quien descubrió este fenómeno errático.

Marca de la Ceca de Córdoba en las monedas


Edad Media

C gótica


Edad Moderna (De 1663 a 1664)

C superada con impronta de corazón.



Marca de Ensayadores

T

S

Ambas pertenecientes al platero Ensayador, Simón De Tapias.


Falsificaciones de la Ceca de Córdoba

Las falsificaciones cordobesas del periodo de 1660 a 1664, son interesantes, por un lado, porque no suelen abundar, ya que, muchas se sucedieron antes de las emisiones de 1663 y por otro lado, porque fueron normalmente concebidas en refugios monacales (exenta la comunidad religiosa, de las posibles sanciones por falsificar moneda. Hecho éste, presente,   muchos años antes, en el clero, con el reinado de Enrique IV de Castilla) como en conventos y en abrigos rocosos y cuevas. (Más en esta entrada)

16 maravedís falsos de época, acuñados sobre ocho maravedís de Felipe IV, con Ceca de Córdoba, de 1664.


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