lunes, 24 de junio de 2019

"Potens in Terra Semen Eius"

Al "Rey Planeta" también podría habérsele denominado; el "Rey del Sexo".

Fue un monarca, promiscuo donde los haya, según los estudios más avanzados sobre su conducta. Padre de entre 30 y 40 hijos, parece ser, que sólo reconoció a uno de ellos fuera de sus relaciones matrimoniales.



Escena cortesana con Felipe IV en un jardín. De Víctor Manzano Y Mejorada. Siglo XIX. Colección del Museo del Prado de Madrid.

Fruto de la relación con la actriz María Inés Calderón ("La Calderona"), salió como descendiente de la línea sucesoria, Don Juan José de Austria. Éste, tuvo sus detractores, que defendieron la postura, de que en realidad, Juan, era hijo del Duque de Medina de Las Torres, pues realmente sus parecidos físicos, eran enormes.

El duque (Ramiro Núñez De Guzmán) fue yerno Del Conde duque de Olivares y primer ministro de Felipe IV. María Inés, tuvo también, sus desenfrenos con él... Así "todo quedaba en casa".

Por cierto, "curiosamente" el Conde duque de Olivares, instó a Felipe "El Grande" a que reconociera la paternidad de Juan José... Debido a las óptimas  aptitudes de su hijo bastardo, en cuestiones reales... Y quién sabe, tal vez porque creía que verdaderamente Juan José, era su nieto.

Fue Ramiro, hombre amante del coleccionismo pictórico. Poseyó a lo largo de su existencis, numerosos cuadros, de arte flamenco y también profano... En su colección, destacan ciertas piezas, de gran carácter erótico...al igual que ocurría con anterioridad en las casas de otros Reyes austriacos.

31 años contaba Don Juan, cuando se dio la pragmática de los nuevos Felipes de busto de 1660.

El "Hijo de la Tierra" (Don Juan José) consiguió ser gobernador de Los Países Bajos, Virrey de Aragón, Cataluña y Nápoles.

Sufrió envenenamiento y murió por ello... y fue en la época, en la que ejerció como valido de su hermanastro Carlos II... El asesinato, frenó la amenazaba de una posible "usurpación" del poder real. Está enterrado en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, obra emblemática de Juan De Herrera.

Volviendo a Felipe IV... sabemos que asistía de manera incógnita a ciertos teatros de Madrid, para acometer sus ansias más carnales.

Años antes, en su juventud, se hinchaba a fornicar. Los actuales estudios, condicionan el comportamiento del monarca, pudiendo ser similar al de Don Juan Tenorio. "Todas" las mujeres le valían, con rangos de edades muy dispares, condiciones sociales diferentes y roles también muy distintos.

También tuvo desdendencia dentro de sus matrimonios. Con Isabel de Borbón, gozó de ocho hijos, con la archiduquesa Mariana de Austria, de 5 hijos... Carlos II (último de la dinastía de los Austrias) fue uno de ellos.

Debido a sus alternancias sexuales, en algún momento  contrajo la sífilis.


Vigor sexual de Felipe IV reflejado en el arte

A colación de este pequeño preludio, destacamos un jetón de los Países bajos, en el que Felipe IV, muestra su excelsa confianza, hacia el éxito de su imperio, en manos de su estirpe o desdendencia.



Jetón en plata de Felipe IV. Países Bajos. Grabador desconocido. 1664. Colección del Museo del Prado.


En el anverso, aparece el monarca mirando a derechas, rodeado por la leyenda en latín:

 "Potens in Terra Semen Eius" ("la tierra es de gran alcance en su semilla") o lo que es lo mismo; "el reino será asegurado por mi estirpe".

En la pieza de la colección del Museo del Prado, que exhibimos aquí, vemos cómo se puede destacar la "marca guía" del rostro del monarca. Un jetón del todo curioso, y al que quisieron conferirle gran importancia, pues normalmente están hechos de cobre y no de plata.

En el reverso, se hayan tres de los hijos del "Rey Planeta", sentados bajos sus respectivos escudos de armas.

En el centro, Carlos II, llamado a ser Rey de España. A izquierdas, Margarita Teresa, Emperatriz Consorte del Sacro Imperio Romano Germánico (casada con su marido Leopoldo I).  A derechas, María Teresa, Reina Consorte de Francia con Luis XIV.

Rodeando a los personajes, la leyenda:

"Imperat, Regit, Pacificat", haciendo alusión a: "una emperatriz, un rey, y una pacificadora".

martes, 11 de junio de 2019

La difícil Ceca de Córdoba

Se tiene constancia de la primera ceca cordobesa en época romana.
Se siguió acuñando en esta tierra, durante el periodo de la Reconquista.

Con respecto a la época romana, sabemos que el general Claudius Marcellus, fundó una colonia importante, que fue capital de la provincia bética romana, donde actualmente, descansa la ciudad cordobesa (Corduba).

Ésto, ocurrió a mediados del siglo II antes de Cristo. Ya por esa época, se acuñaron pequeños cuadrantes (80 al 79 A. C) y acuñaciones militares romanas o "moneta castrensis" a través de cecas cordobesas itinerantes.

Ello, derivó, a que en diversas regiones cercanas a la capital, se acuñara moneda romana.

Del 575 al 710 después de Cristo, cumplió labores la Ceca Cordobesa, en pleno reinado Visigodo.

Egabro (ciudad Visigoda) también tuvo su ceca en Córdoba, y ésto fue, durante el reinado de Chintila y en tiempos de Égica y Wittiza.

Con Enrique IV se establecen las Cortes de Córdoba en 1455, donde los procuradores exigen la equiparación de la moneda castellana con la moneda extranjera, ya que las piezas desgastadas que venían de fuera de la península, valían lo mismo que aquellas monedas foráneas que no lo estaban... Fenómeno, que no se daba con la moneda labrada por Enrique IV (las monedas desgastadas castellanas, valían menos que aquellas piezas "regionales" que no sufrían dicho desgaste).

Por otro lado, en estas Cortes, se exige una mayor presencia de plata, en la liga de las monedas de vellón... incluso el rey, reconoce, que están con la mitad de metal intrínseco noble, respecto a los vellones antiguos. Se pone como buen ejemplo, a la Casa de la Moneda de Segovia... No olvidemos, que por esta época, los comerciantes empiezan ya a rechazar en sus transacciones comerciales, aquellos vellones con bajo contenido en plata...

Es con la llegada de los Reyes Católicos, y su pragmática de 1497 de Medina del Campo, cuando se prescinde de las labores de esta ceca, y se seleccionan las casas de moneda más importantes, para acuñar las nuevas emisiones que se establecen según la incipiente reforma monetaria.

En 1661, Felipe IV, gracias a la nueva reforma monetaria, una de las más importantes realizadas en toda las épocas, y hecha para sufragar el trabajo de los falsarios (sin éxito alguno), concede a Córdoba, la potestad para seguir acuñando moneda de vellón a molino, comúnmente llamada "moneda ligada" acuñada, por ingenios de laminación. Para este convencimiento, se alimentó la idea, de que Córdoba era una región, que disponía de minas de plata y cobre, de muy buena factura y a la que sólo le faltaba, una casa de acuñación con ingenios movidos por corriente de agua.

Para la construcción de esta "nueva" ceca, se visitaron otras casas de moneda cercanas, cómo fueron la de Sevilla y la de Granada.

Se escogió el molino de Martos, ubicado en pleno río Guadalquivir, para abastecer a los reales ingenios de fuerte y buen caudal de agua... al final, se desestimó esta ubicación, y se empezó a acuñar, en las casas del patrono Diego de Góngora Pineda y Vacariço, estancias denominadas "Casas de Carretas", situadas en el perímetro de San Nicolás de la Villa.

El 10 de Diciembre de 1661 comienzan las obras de instalación (de los 4 molinos que conformarán la casa de la moneda) y supuestamente de demolición, de dicha estancia, para construir y edificar encima, la Real Casa de Moneda.

Se tiene conocimiento, de que la Casa de Carretas, estaba situada en la plaza de San Hipólito, actualmente desaparecida y convertida, en la Calle de Don Alonso de Aguilar, siendo uno de los tramos, del Paseo de Gran Capitán.

Es en 1663, cuando se produce la primera labra de este nuevo vellón, en está "difícil" fábrica de moneda cordobesa. A finales de 1664, se cancelan las labores de acuñación, enviando los ingenios a Sevilla, un año después.
16 maravedís de Felipe IV de 1663, con Ceca de Córdoba. Ensayador Simón De Tapias.


No es de extrañar, que la Ceca de Córdoba, con un periodo tan nimio en productividad de trabajo, sea una de las menos fructíferas, en cuanto a producción de vellón se refiere... No es común, encontrar, en los Felipes de busto, lo valores de 2, 4 u 8 maravedís... Por otro lado, los cospeles labrados que salieron de la Real Casa de la Moneda de Córdoba, fueron posteriormente confundidos dentro del mundo numismático  con los que procedían de la fábrica de Toledo (error en la concepción de la T de Ensayador, vista como marca de Ceca toledana). Al estar la Ceca cordobesa, tan poco tiempo en activo... a penas se conocía su existencia... Fue el maestro Glen Murray, entre otros pocos, quien descubrió este fenómeno errático.

Marca de la Ceca de Córdoba en las monedas


Edad Media

C gótica


Edad Moderna (De 1663 a 1664)

C superada con impronta de corazón.



Marca de Ensayadores

T

S

Ambas pertenecientes al platero Ensayador, Simón De Tapias.


Falsificaciones de la Ceca de Córdoba

Las falsificaciones cordobesas del periodo de 1660 a 1664, son interesantes, por un lado, porque no suelen abundar, ya que, muchas se sucedieron antes de las emisiones de 1663 y por otro lado, porque fueron normalmente concebidas en refugios monacales (exenta la comunidad religiosa, de las posibles sanciones por falsificar moneda. Hecho éste, presente,   muchos años antes, en el clero, con el reinado de Enrique IV de Castilla) como en conventos y en abrigos rocosos y cuevas. (Más en esta entrada)

16 maravedís falsos de época, acuñados sobre ocho maravedís de Felipe IV, con Ceca de Córdoba, de 1664.


sábado, 1 de junio de 2019

Toledo, una ceca valorada

Toledo es una ciudad que tiene mucha solera.
Ya en tiempos de Carlos I, consiguió ser capital del reino de España. La predilección del hijo De Felipe el Hermoso y de Juana, hacia esta ciudad, estaba asentada en sus genes... Fueron los propios Reyes Católicos, los que propiciaron el auge de Toledo, construyendo innumerables dependencias, como el Monasterio de San Juan de los Reyes.

Fue construido en recuerdo y agradecimiento, por la victoria en la Batalla de Toro contra Alfonso V de Portugal, gracias a la cual, la reina Isabel, se aseguró el trono.

El convento estuvo concebido en un principio como mauselo de los Reyes Católicos y sus herederos... Pero esto ocurrió antes de la reconquista de Granada... Y del amor infinito que Isabel procuró a esta tierra.

No es de extrañar tampoco, como el nombre del convento, el de San Juan, lo eligió la reina, pues es bien sabido la predilección que tenía la misma hacia este apóstol... Buena cuenta de ello, lo tienen las primeras emisiones monetarias de los monarcas, donde aparece el águila de San Juan, protegiendo con sus alas al imperio...

Águila de San Juan, escoltando el escudo imperial. Doble excelente de los Reyes Católicos.


La ceca de Toledo, comienza su andadura, en época romana. Continúa, con el reinado Visigodo, a través de sus famosos trientes... constituyendo uno de los distintivos  más notorios de los diferentes sectores de procedencia numismático de este poblado.



Triente Visigodo de Égica y Wittiza con Ceca de Toledo. Efectuada en electrón. 698/702 DC. Tipo décimo cuarto. Foto cedida por el compañero José G.


La Casa de Moneda de Toledo, se establece "seriamente" como tal, con la caída del Califato de Córdoba, ya que la ciudad experimenta una crecida de independencia y de poder.

El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI, entra en Toledo, dispuesto a reconquistar la gran herencia Visigoda que tuvo la ciudad, siglos atrás. Logra imponerse a las tropas árabes de Toledo, y se establece como rey cristiano en la región... Sin embargo, es derrotado en la batalla de Sagradas, un año después, por los almohades, llegados a estas tierras, en pos de la petición de ayuda de Sevilla y Badajoz.

Son apreciados los vellones del periodo de taifás, con ceca de Toledo.

Se conocen de este Rey, dineros y óbolos, todos con ceca de Toledo y con gran influencia árabe, en el arte de sus cospeles.

En cuanto a la numismática tardo medieval, también destacan los dineros de Enrique III y IV...

Entrando ya en los comienzos de la Edad Moderna, en el período de los Reyes Católicos, nos encontramos con preciosas blancas de procedencia también toledana.

La primera documentación existente sobre la Ceca oficial de Toledo, indica, que ésta, tuvo su sede en los Palacios de Galiana, antiguos "aposentos" de las autoridades romanas y posteriormente, de los Reyes Visigodos, para continuar, siendo posesión de las taifas de Toledo y con posterioridad, de los reinos cristianos castellanos, en los que destaca la presencia, del propio Rodrigo Díaz De Vivar.

Isabel la Católica, establece  una nueva ubicación de la Casa de la Moneda de Toledo, en la antigua calle Torno de las Carretas.

En esta ceca, se acuñan todo tipo de metales, cobre, plata y oro (con sus diferentes aleaciones).

Ya en época de Felipe IV, se establecen los consabidos resellos según las pragmáticas emergentes, que vinieron a aplicarse, a la moneda de calderilla de este periodo económico tal convulso.

Toledo, es una de las únicas cecas autorizadas, después de la pragmática de Medina del Campo de 1497, que no acuñó a molino, en la etapa de de 1660 1664. Por lo visto, no pudieron instalarse los ingenios pertinentes y la Ceca tuvo que seguir acuñando a golpe de martillo.

La Ceca de Toledo, deja de cumplir sus labores, en el reinado de Carlos II, con la exclusividad, de afrontar acuñaciones en cobre, (excepto lo inusual de ciertos 8 reales de plata con fecha sorprendente de 1681) hasta 1685 (que se sepa, esta tesis está apoyada por ciertos investigadores).

Marca de Ceca:

T
T superada de Roel.
T unida a Roel.


Ensayadores de la Ceca de Toledo de 1660 a 1664:

CA (Juan Del Castillo)


En época de Felipe IV, las acuñaciones de vellón de busto con ceca de Toledo, son excasísimas y muy raras.

A penas se tiene constancia de la existencia de maravedís con valores de a 8 y a IV... todas ellas acuñadas a martillo y con fecha de 1661.

Las falsificaciones tampoco abundan, por lo que está claro, que fue una ceca, que no tuvo buen cometido, en esta serie de creaciones.