Esta casa, inició sus labores de acuñación de la serie de los maravedís del busto de Felipe IV, allá por comienzos del año 1661, terminando su andadura de esta serie, en 1664.
Se acuñó tanto a martillo, como a Molino, siendo esta última manera de labrar moneda, la que predominó, desde finales de 1661 hasta 1664.
Se tiene constancia, de que en 1662, la ceca gallega, estaba situada en un edificio anexo a la Iglesia de Santo Domingo.
Algunas monedas de este periodo, poseen ciertas irregularidades, que hacen de ellas, una verdadera golosina para el coleccionista. Tales ejemplos, son aquellos maravedís con valores de 16, 8 y 4 maravedís, que poseen, o bien doble fecha, o bien carecen de ella. Ésto, ocurrió, por la mezcla de cuños provenientes de distinta naturaleza. Seguramente, se escogieron cuños destinados a la creación de monedas distintas, por lo que reverso y anverso no se ajustan a las pragmáticas pertinentes.
Ciertamente, se da el caso de monedas que poseen reversos y anversos cambiados, equivocados, que no se ajustan en origen a un mismo tipo de cospel... Y sí estaban destinados para otras monedas con sus anversos y reversos correspondientes.
Esta equivocación, de utilizar cuños de anverso y reverso distintos, para una misma moneda, son más singulares de lo que cabe pensar, y no parece ser en realidad un error como tal, si no, algo consciente y deliberado.
Son, por lo general, cuños, con reversos (busto del monarca) de cecas distintas a la de La Coruña, más que de la misma casa... dado el caso, de que existen también piezas de esta ceca gallega, con anversos de Madrid (con cuños rectificados, en marca de ensayador y en marca de ceca)
Es comprensible, por ello, que las monedas de La Coruña, en las que aparecen reversos, con fecha duplicada en ambas caras del cospel, o sin fecha, sean casi con total exclusividad de procedencia Madrileña
Por otro lado, los reversos de las monedas de la ceca de La Coruña, poseen una característica, que las hace común a la Ceca de Madrid (e incluso a la de Trujillo) que es, que los bustos del rey Felipe IV, poseen una pequeña Valona o pañuelillo situado en la parte inferior de la golilla. (Más sobre el arte de los bustos de Felipe IV en las monedas)
Bustos de Felipe IV de la Ceca de La Coruña, Madrid y Trujillo (en este orden). Ver la similitud de arte.
Hablábamos con anterioridad, de que los valores de las monedas de busto, de la Casa de la Coruña, en los que se introducen cuños de orígenes distintos, correspondiente a la Ceca de Madrid, son los de 16, 8 y 4 maravedís. Aunque no se tiene constancia de que ocurra esta anomalía en los valores de 2 maravedís, es probable, de que también pasará, si tenemos como premisa esta inercia.
Es casi seguro, que los grabadores de los cuños de la Ceca de La Coruña y de la Ceca de Madrid, tuvieran relaciones muy cercanas, o incluso en algunos casos, fueran los mismos... De ahí el empleo de los cuños de la capital actual, en la ceca gallega... Pero también es evidente, que la Ceca de La Coruña, no tenía los recursos suficientes para la elaboración de esta serie de cuños, ya que en la ceca de Madrid no se encuentra esta anomalía, y contrariamente, en la ceca de la Coruña, este aspecto se conforma de una manera unidireccional.
La marca de la ceca de la Coruña es una Venera. A Alfonso IX, se le atribuye la formación de la primera Ceca de La Coruña. En sus dineros, la marca de esta Ceca, viene establecida por la letra C. Enrique IV, establece de manera "oficial", por real pragmática, que la marca de ceca, sea la conocida venera, tan apreciada desde tiempos inmemoriales, símbolo "Sine Que", del Camino de Santiago.
El ensayador de la Casa de la Moneda de La Coruña en tiempos de Felipe IV, es Roque De La Biala, identificado en los cospeles, mediante la letra R.
En cuanto a las falsificaciones de época, suelen resaltarse monedas de gran factura artística, aunque también las hay mucho más toscas.
Falsa de época de 16 maravedís de 1663 con Ceca de La Coruña, de arte tosco.
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