Un amigo mío numismático, que centra su colección, sobre todo, en moneda medieval, Rubén, hace poco, me ha enseñado una moneda de Felipe IV (maravedí de busto). Concretamente, 16 maravedís con ceca de Segovia.
Ésto me ha abierto las puertas a confeccionar esta entrada.
Su pregunta hacia mi, ha sido la siguiente:
- "¿A ver si sabes, por qué la he comprado?"- a lo cual, después de examinar más detenidamente la moneda, le contesté:
- Me supongo que por el 3 de la fecha-
Ciertamente no estaba equivocado.
Por el momento, no había reparado "más de la cuenta" en este tipo de detalles, hasta que él presentó una posibilidad, la verdad, bastante adecuada a lo que el sentido común aconseja.
16 maravedís de Felipe IV con ceca de Segovia de 1663. Foto prestada por Rubén Rojo, moneda de su colección.
Sk vemos la fecha de esta moneda, observamos rápidamente como el 3 está metido a "cajón" dentro de la leyenda. Si ese número hubiera seguido con la coherencia espacial de los demás dígitos de la fecha, habría colisionado al final, con el principio de la corona del escudo de armas.
Se nos presenta el 3, raquítico y alto, justamente para poder situarse donde le corresponde (aunque algo más enjuto y elevado).
Aquí, parece, que el abridor de cuños, no "calculó" bien las distancias de las leyendas... Pero es un fenómeno que suele ocurrir con bastante asiduidad en este tipo de piezas...no es la primera variante de este estilo que veo de esta guisa.
¿Entonces, a qué es debido ésto?
Vamos a intentar hipotetizar las respuestas a esta incógnita tan interesante.
1) Posiblemente, el grabador, se enfrenta al cuño sin ningún tipo de plantilla, por lo menos, en lo que respecta a las leyendas...pues de no ser así, lo lógico, es que todas los números y letras de las mismas, estuvieran bien alineados y gradualmente espaciados (ya que tendría margen de corrección antes de pasar el trabajo al metal). Este "error" parece más bien, una equivocación sobre la marcha.
De repente, el abridor de cuños, (Más sobre procesos de acuñación) se da cuenta, de que se le queda corto el espacio donde grabar y no tiene más remedio que adelgazar el número y elevarlo, para que quepa dentro del espacio destinado a la leyenda.
Podemos observar, que el momento que desencadena este problema, viene de antes. La fecha se va torciendo ligeramente a derechas, cogiendo una inclinación un poco acentuada hacia el interior del campo de la moneda, alcanzando su máximo grado de inclinación, en el segundo 6...este desencadenante, produce que la leyenda, se acerque mucho más a la corona del escudo y haya menos margen de actuación.
2) Es, como vimos anteriormente, bastante casual, encontrarnos con el último número de las fechas de ciertos Felipes descentrados, inclinados y girados...sería lógico pensar, que cabe la posibilidad de que los cuños estén repetidos, copiados, en sus inicios.
Si tuviéramos cuños similares para grabar distintas monedas, con fechas de sólo tres dígitos, podríamos introducir el cuarto de ellos cuando el año de emisión cambiara...así, sólo modificaríamos lo que respecta a la fecha, evitando tener que confeccionar un cuño nuevo...aunque en esta teoría, no encaja bien, que el artesano dejase tan poco espacio para futuras intervenciones... Tal vez, el ojo del grabador, vio más completa la moneda, sin ese cuarto dígito en su concepción, y artísticamente, acercó la fecha al escudo, pasando por alto que tiempo más adelante, tendrían que colocar el cuarto número.
Por otro lado, este 3, incluso podría tener distinto arte, y ser del mismo grabador o de otro distinto (factor que afianzaría más está segunda hipótesis)
Conclusión:
A expensas de escuchar nuevas teorías (cosa que os animo a hacer en los comentarios de esta entrada), yo me quedo con la primera opción, por dos motivos fundamentales:
- Por la inclinación de la fecha hacia el margen inferior derecho. (Considerando este dato, como un "error" en la precisión en el grabado del abridor de cuños)
- Por el desajuste de más palabras en las leyendas...no sólo las fechas de estos maravedís de busto sufren estos pormenores, también se acometen éstos, generalmente al principio de las leyendas...tal es el caso de la misma moneda, en la que se puede ver la desalineación de las letras de la palabra Hispaniarvm, aunque menos acentuada que en otras piezas.
Todavía existen innumerables variantes de estilo, de ceca, de valores y de fechas...los actuales y excelentes catálogos hechos al respecto, aún habiendo mejorado mucho el mundo de la numismática, no recogen en su totalidad aquellas variantes menos comunes que de vez en cuando nos encontramos. En este blog puedes mandar las fotos de tus monedas de maravedís de busto de Felipe IV no catalogadas, sus falsas de época y también de busto reselladas y las publicaré. Correo: oscarfmlfm@yahoo.es
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