Se le ve al "Rey Planeta", en numerosas representaciones, portando prendas de color obscuro, negro.
Un color, que tiene su tradición, allá por el siglo XV en Borgoña...y que recuperarán, tanto Carlos I, como Felipe II y Felipe IV, en mayor medida.
Por otro lado, el "negro", en este periodo, es fiel reflejo de riqueza, de élite, de autoridad de quien lo lleva.
Con el descubrimiento de las Américas (más sobre las Américas y Felipe IV) el mundo textil, se reinventa y atrae mucho protagonismo a España. La economía busca una nueva forma de expansión, gracias a esta "nueva disciplina", favoreciendo la apertura del mercado europeo (gran cuenta de ello, lo da, la Ciudad de Segovia en el siglo XVIII, con la producción lanar en auge, a razón de sus numerosos esquileos y lavaderos).
Los colores, con los que se tiñe la ropa, adquieren más fuerza, pues, se incluyen en los tintes, compuestos antes nunca utilizados... algunos, orgánicos, como la cochinilla... el color negro ("ala de cuervo"), se ve gratificado por estas nuevas técnicas.
Evidentemente, el color, no se podía representar en las monedas (hoy en día sí es posible...) pero esta obscuridad en los trajes, compartía protagonismo y casaba estupendamente, con un complemento, bastante innovador, que a parte, se convertía por pigmentación, en el antónimo por autonomasia, del "negro"; el blanco de la golilla.
Sí nos ceñimos a la moneda de busto propiamente española, en el período de Felipe IV, vemos, como aparece normalmente, en el cuello del monarca, una golilla, que substituye a las anteriores gorgueras tradicionales, éstas últimas, más almidonadas y claramente onduladas, con forma de abanico.
En el circulante de los Países Bajos de Felipe IV, se haya claramente esta transición entre ambas piezas. (Ver aquí)
Las gorgueras, como influencia patente de la moda flamenca, pasan a formar parte, del atuendo militar y de la corte española, en el siglo XVI.
Eran prendas de lujo que llegaban a costar más de 200 reales. Aparecían teñidas con unos polvos holandeses azules de un coste inimaginable... Constituía un verdadero despropósito, que la corona, subvencionara a este país ("insurrecto") en la compra de estos artículos.
En el siglo XVII, pues, abundan ya, las golillas, más simples en esencia, y en precio (a penas 4 reales y sin desembolso en mantenimiento) pero también de gran poder visual. Un cartón, forrado y almidonado, que "sujeta" la cabeza, a modo de bandeja.
Anteriormente, y por pragmática real, en 1623 (evitando así derrochar dinero en la compra de gorgueras), se había utilizado la Valona o tela decorativa, que normalmente, caía sobre los hombros y dejaba el cuello al descubierto. Ahora, ésta misma, se situaba encima de la golilla, procurándola recubrimiento y embellecimiento, en toda su extensión.
La prohibición de las gorgueras fue contundente por parte del monarca y de su válido, el Conde Duque de Olivares. Existen episodios diversos, en los que se citan a alguaciles, saliendo a la calle y cortando con tijeras, aquellas gorgueras, que "ostentaban demasiado"... Hasta muertes hubo.
A pesar de ser prendas más sencillas que sus antecesoras, conferían una verdadera tortura a aquellos que las portaban... Pesaban mucho e incomodaban por su exclusiva fijeza al cuello.
El monarca, obligaba el uso de la golilla bajo su real presencia, negándose a recibir a cualquier alto dignatario que no la llevara...la nuez debía esconderse.
Los maravedís de busto de Felipe IV, poseen esas golillas, en el cuello del monarca... al igual que otras monedas, de mayor valor intrínseco, como los 2 reales de Plata de 1643 con ceca de Madrid.
En algunas piezas, puede observarse como la golilla está situada encima del cuello de la armadura.
En otras, no parece que el atuendo del monarca, sea una coraza.
También se ven piezas, en las que destaca en un plano más inferior a la golilla, una especie de Valona o pañuelillo.
En monedas anteriores, al reinado de Felipe IV, podemos encontrarnos, claramente, con el uso de de las gorgueras. Tal es el caso, de los Ducatones de Alberto e Isabel, o los ducados de Brabante de Felipe II.
Con posterioridad al reinado de Felipe IV, ya con el primer Borbón, Felipe V, la golilla se substituye por la corbata francesa.
Una entrada extraordinaria y MUY ORIGINAL. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Adolfo, me alegro de veras...
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