1) Aquellos, en los que nos encontramos, un cospel inmaculado, como si estuviera la moneda recién acuñada, sin muestras de marcas anteriores. Ésto, podría deberse básicamente a varios procedimientos:
. Ocurría, a menudo, en las cecas oficiales, que con la producción de moneda incipiente de cobre, se aprovechaban piezas de años anteriores, evitando así los gastos generados en conseguir aquellos metales destinados a crear circulante nuevo. A veces, estas monedas se aplastaban a martillazos, sin dejar rastro del arte anterior, asegurando con ello una impresión óptima del nuevo cuño. Los falsarios, después del amartillado, en el que adelgazaban y estiraban las monedas, las cortaban y acuñaban.
. Otras veces, las monedas originales, se fundían y se creaban con ellas, cospeles o rieles nuevos, donde poder estampar los cuños asignados.
Por ello, no es de extrañar, que los falsificadores, imitarán estas técnicas oficiales. Así que, lo más probable, es que fundieran las piezas o las golpearan, para no dejar rastro del arte antiguo de las monedas y evitar tener que conseguir materia prima nueva, con un mayor coste en la elaboración de sus monedas.
Dichos módulos, se presentan a nuestros ojos, a veces perfectamente nítidos y con un arte, esmerado y cuidado, tentándonos al engaño, en cuanto a diferenciar esas falsificaciones con las propias monedas originales. Sevilla es una de las cecas más imitadas y suele gozar de diseños muy acertados.
2) Aquellos, en los que se ven resellos anteriores, o leyendas o diseños, de las piezas originales.
Posibles IV maravedís de Felipe IV (falsa de época) sobre moneda original de IV maravedís de Real Ingenio de Felipe III u 8 maravedís de Real Ingenio de Felipe III o IV. Visible la leyenda de la moneda original.
En estos casos, los falsarios, no consiguieron erradicar los "dibujos" de estas monedas, o bien por premura en el trabajo, o bien, por dejadez o simplemente, por asegurarse una reducción de la pena en caso de ser apresados por delito de falsificación. (Cuanto menos se pareciese la falsificación al modelo original, más posibilidades tenía el falsario de minimizar los castigos)
Puede, que sean piezas, en las que no se aplicaron los procedimientos anteriormente descritos, o tal vez, sí se acometieron, pero ligeramente. También, es posible que acuñaran directamente sobre las monedas originales, sin aplanarlas, quedando zonas de grabados de cuños anteriores y cuños recientes, aunque lo más probable, es que amartillaran las monedas para aplanarlas.
Estas reminiscencias de piezas anteriores, son más raras de encontrar y aportan evidentemente, mejores datos sobre la historia de este tipo de monedas, por lo que, personalmente, creo que alcanzan un grado de atractivo mayor.
4 maravedís de Felipe III u VIII maravedís de Felipe III o IV de Real Ingenio de Segovia, como moneda original, con resello a 8 de 1651/2. Encima, 16 maravedís falsos de época con ceca de Sevilla.
En ocasiones, el descuido, o la intencionalidad propia, en la acuñación, ha sido más que evidente... también se han improntado cuños mayores, en módulos más pequeños, correspondientes a valores menores. Esta práctica, puede incluso observarse, en monedas labradas en cecas oficiales y en distintos periodos, bien como pruebas o errores...
Seguramente, existan falsificaciones de época, de estos Felipes, sobre moneda original, con módulo de menor tamaño al que debería corresponderse. Para el falsario, era mejor práctica, ya que de ser así, ahorraría capital. Sólo tendría que estirar el flan a martillazos, hasta conseguir el tamaño deseado, y asemejarlo a un módulo mayor (aunque con menor peso y menor grosor).
En circunstancias determinadas, estiraban monedas originales de gran módulo, que luego, al ser aplanadas y alteradas en una mayor elongación, eran cortadas, aprovechando las distintas secciones resultantes, para reacuñar moneda nueva...sacando así, de un solo flan, varios de ellos.
La práctica de seleccionar moneda antigua para improntar artes falsos, desde mi punto de vista, soluciona una de las incógnitas que se centra, en desentrañar, el "por qué" ciertas monedas de los falsarios, poseen liga de plata...y ésto es debido, sin duda alguna, a que los cospeles de anteriores pragmáticas, ya la albergaban en sus flanes.
Más sobre plata en monedas originales de busto de Felipe IV (aquí y aquí).
Para favorecer a la hacienda española, destinada entre otras cuestiones, a las subvenciones de las diferentes guerras, (más sobre altercados catalanes, guerra contra Francia e independencia portuguesa) se empezaron a cobrar ciertos impuestos. Uno de ellos, el de almojarifazgo (impuesto de aduanas) aplicando un 5% sobre todos los bienes exportables e importables del territorio peninsular.
Existía también, el Derecho Real de Tonelada, a partir del cual, se cobraba mínimo, un 35% del valor de mercado, de los bienes que albergara el barco, y que llegaran a la tonelada de peso.
Por otro lado, a todo comerciante, que llevara su plata a la respectiva casa oficial de moneda, para ser convertida en lingote, se le exigía un impuesto, por Derecho de Cobos (denominado así por el nombre del secretario del rey Carlos I, Francisco De Cobos) por los gastos de ensaye, fundición y marcado, y en apreciación de quinto real (impuesto sobre la quinta parte de los metales preciosos extraidos en zona de la corona española. El 20 % de las explotaciones mineras le correspondía al rey). Estos lingotes, confeccionados a partir de la plata traída, recibían la consideración de "monedas mayores". Tenían curso legal y con ellos, se podían realizar grandes transacciones económicas.
Los falsarios, también emascaraban la plata y el oro en forma de monedas (falsificaciones de monedas en oro y plata), y las cubrían con un baño de cobre, para no llamar la atención sobre ellas.
8 maravedís de Felipe III o IV, con resello a 8 de 1651/2 y resello del anagrama PVS/RX de 1658/9. Seguramente es una falsificación "de contrabando", hecha con plata extraída de las Américas, cuyo baño de cobre ha desaparecido. Pieza muy rara.
Conseguían así, evadir dichos impuestos... Y una vez, asentadas estas piezas en tierra ibérica, se fundían, y reutilizaban para diferentes cometidos.