Antonio De Aguilar, escribano de la Real Casa de la Moneda de Madrid(1650) constata la equivalencia del valor de los reales de a 8 peninsulares y los ducatones:
En los años de autoridad del "Rey Planeta", las cecas que se dedicaron a acuñar estos ducatones tan espectaculares, fueron Amberes y Bruselas.
Son obras de arte en sí mismas, de un gran tamaño, con cantos gruesos y lisos.
Están acuñadas a martillo y contempladas en mano, transmiten una gran sensación de poder. Las considero monedas de suma belleza, que animan a aquel que tiene el placer de verlas, a "querer poseer una".
Tienen un arte esbelto y esmerado, sobrio y muy bien proporcionado dentro del cospel.
En el anverso aparece el monarca mirando a derechas, siempre con armadura. De este tipo de monedas, hay dos variantes que se ordenan cronológicamente en función de la edad del rey (Gola rizada y gola plana)
Ducatón de Felipe IV (primer tipo) Ceca de Amberes. 1634. Mismo cuño que en algunos dobles ducatones. Colección del autor.
En el reverso aparecen los leones rampantes (símbolo del escudo de los países bajos) flanqueando el escudo de armas español de Felipe IV.
El peso de estos ducatones suele ser de 32 gramos.
Es ya, con Carlos II, cuando se empieza a emplear la prensa de volante para las acuñaciones de los ducatones...
Ducatones Piedfort
... Pero vamos a hablar de los dobles ducatones, o ducatones Piedfort (monedas acuñadas con doble peso y grosor) acuñadas por primera vez por los archiduques de los Países Bajos, Alberto e Isabel.
Fueron monedas que cogieron la constumbre de ser fabricadas como "muestras" de nuevos tipos de moneda.
Son piezas generalmente que no llegaban a circular. Tenían doble peso que los "simples" ducatones y alcanzaban un valor extrínseco de unas 4 veces más que éstos.
Solían ser monedas que por mandato real, se regalaban a personalidades reconocidas, a altos dignatarios (oficiales del consejo de finanzas...) y a maestros de las respectivas casas de la moneda... A veces, particulaes mandaban acuñarlas, con autorización correspondiente del rey. Eran lógicamente, personas, que económicamente podían permitírselo (llevando su plata a las cecas y pagando los impuestos de señoraje...) Como pasaba en la España peninsular, con los duros de a 8...
Doble ducatón de Felipe IV. Ceca de Bruselas. 1623. Diámetro 43, 5 mm, peso de 60,7 g. Grosor del canto de 4mm. Moneda de la colección de D. Tristán Jover. Foto de www.cgb.fr
El precio de mercado de estas piezas es bastante elevado, y es tedioso encontrarse con acuñaciones perfectas. Sí ya es difícil conseguir un doble ducatón, no digamos un triple ducatón, que también fueron acuñados, con un valor extrínseco 8 veces más alto que los ducatones.
En la península se habla también de que se realizaron monedas de hasta el quíntuplo peso...
En cuanto a la acuñación de estas monedas, vemos que al ser cospeles grandes y gruesos, a veces encontramos ciertas aberturas, grietas en el flan, pero es normal, ya que son piezas de muy difícil estampación... Seguramente se reutilizaban los cuños de los ducatones, en las monedas dobles y triples, pues se tiene constancia, de que anversos con ciertos fallos de acuñación, se han visto iguales en ducatones y doble ducatones.
Algunas fuentes consultadas:
Administración digital
Los ducatones y Patagones del Bramante de Felipe iV y Felipe V por Ernesto Gutiérrez Guinea
Imperio numismático
Documento oficial de Antonio De Aguilar. 39.
British Museum
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