martes, 23 de octubre de 2018

Monedas de busto de Felipe IV descentradas

En los maravedís de busto acuñados a molino de Felipe IV, en su resultado final, pueden darse básicamente dos errores en principio de aspecto similar.

El primero de ellos, participa del mismo proceso de acuñación, y el otro, inmediatamente después de que la moneda haya sido acuñada.

Errores

La característica principal de estos errores, es que nos muestra monedas que poseen anverso y reverso descentrados, fuera de lo que sería la circunferencia deseada del flan acuñado, en la que deberían caber todos los elementos de la pieza, no siendo ésto así.

Con respecto al proceso de acuñación (primer error) no era raro que a veces, los rodillos que marcaban el arte de la moneda, estuvieran desajustados y por ende, mal calibrados y desincronizados el uno del otro.

Es de suponer, que el trabajo constante al que estaban sometidos los rodillos por la fuerza del agua, y la rutinaria fricción con los metales de los que se constituía el riel, hacía que a veces, no giraran ambos a la misma velocidad, ocasionando una desincronización de los cuños, que al final grababan a tiempos distintos en el cospel de la moneda.

Rodillo del Real Ingenio de Segovia. Foto de la Asociación de la Casa de la Moneda de Segovia.

A parte del constante trabajo de los rodillos, también pudiera dispararse este desajuste de cuños, porque uno de ellos estuviera más gastado que el otro y resbalase en el proceso de acuñación... originando esa mala calibración.

Sea cual fuera el motivo, podemos encontrarnos con monedas en las que el anverso, aparece centrado y el reverso, descentrado o viceversa.

En estos casos, el recortador seleccionaba una de las dos caras de la moneda para realizar el corte, quedando incompleta la otra parte, al estar mal sincronizadas.

A este error se le denomina; moneda descentrada por desajuste de rodillos de acuñación.


2 maravedís de 1663, Burgos, con arte descentrado. Más presente en reverso que en anverso, por lo que hace suponer que es error en el proceso de acuñación de la pieza. Se pueden ver las marcas de arrastre del riel. Colección del autor.



16 maravedís de Felipe IV a molino. Posible falsa de época. Desincronización de rodillos en el proceso de acuñación y recorte descentrado. Dos errores en la misma moneda. Colección del autor.



El segundo error, se daba fuera del propio proceso de acuñación. Cuando las monedas eran recortadas... a veces el recorte estaba descentrado y se salía de la gráfila, conformado en ocasiones, en un mismo cospel, el cuño de dos piezas...

Riel con varias acuñaciones, una de ellas perfectamente recortada. Foto de La Asociación de la Casa de la Moneda de Segovia.


Recorte de riel con acuñaciones de 4 maravedís de Felipe II de 1598 del Real Ingenio de Segovia. Con descentrado de cuños por desajuste del giro de los rodillos. Pieza exclusiva.



Este procedimiento segundo, se diferencia del primero, porque se puede observar claramente, tanto al anverso como al reverso, completamente alineados, a pesar de estar descentrados. Es decir, poseen el mismo grado de descentre.

A este error se le denomina; moneda descentrada por mal recorte del cospel.


8 maravedís de Felipe IV, Madrid, con arte descentrado por mal recorte. Igual grado de error presente en reverso que en anverso. Colección del autor.


Sí nos imaginamos el último proceso, en el que las piezas adquieren su dimensión de monedas, comprenderemos que seguramente  se daban varias circunstancias para que éstas gozaran de dichos recortes:

Una sería, la velocidad en la cuál se recortaría la moneda, restando atención a la tarea del propio recortador, y otra, podría ser, que el riel tuviera tantas monedas por lingote laminado, que alguna no llegara a tener todo el metal necesario (se ven hoy en día, piezas con final de riel) y una manera de que todas las piezas salieran con la misma cantidad de metal, sería, si se roba el arte de cada una de ellas (más sobre el arte de las monedas de busto de Felipe IV) y se cogen como parte de la pieza final, zonas vacías del flan, en ocasiones con sus marcas de arrastre, a través de los diferentes cortes circulares (pero ésto es un suponer)


Recortador de monedas. Foto cedida por La Asociación de la Casa de la Moneda de Segovia.

Estas características, se agudizan en ciertas monedas, siendo un verdadero regalo por su exclusividad y hermosura para los coleccionistas, que sabrán valorarlas como es debido. Son monedas con muchísimo encanto, pues nos cuentan mucho más sobre su vida, su historia, y en definitiva, sobre su esencia.

jueves, 18 de octubre de 2018

Hemeroteca 8 maravedís no catalogados



8 maravedís acuñados a molino en Madrid (Puerta de Alacalá)
Ensayador Ignacio De Payna.

Anverso:

PHILIPPVS+(flor de cuatro pétalos) IIII . DG (leyenda no catalogada)

Reverso

HISPANIARVM REX 166?



Moneda descentrada por mal recorte. Marcas de arrastre del riel en el cospel, para ser mejor arrastrado por los rodillo.

Dos acuñaciones.

lunes, 8 de octubre de 2018

Los ducatones Piedfort de Felipe IV

En los Países Bajos, con Felipe IV, tenemos los duros equivalentes a los 8 reales peninsulares; los ducatones (más aquí)

Antonio De Aguilar, escribano de la Real Casa de la Moneda de Madrid(1650) constata la equivalencia del valor de los reales de a 8 peninsulares y los ducatones:



Documento oficial de Antonio De Aguilar (museo británico)




"...los ducatones son iguales en valor, y ley de plata a los reales de a 8..." Antonio De Aguliar.

En los años de autoridad del "Rey Planeta", las cecas que se dedicaron a acuñar estos ducatones tan espectaculares, fueron Amberes y Bruselas.

Son obras de arte en sí mismas,  de un gran tamaño, con cantos gruesos y lisos.

Están acuñadas a martillo y contempladas en mano, transmiten una gran sensación de poder. Las considero monedas de suma belleza, que animan a aquel que tiene el placer de verlas, a "querer poseer una".

Tienen un arte esbelto y esmerado, sobrio y muy bien proporcionado dentro del cospel.

En el anverso aparece el monarca mirando a derechas, siempre con armadura. De este tipo de monedas, hay dos variantes que se ordenan cronológicamente en función de la edad del rey (Gola rizada y gola plana)



Ducatón de Felipe IV (primer tipo) Ceca de Amberes. 1634. Mismo cuño que en algunos dobles ducatones. Colección del autor.


En el reverso aparecen los leones rampantes (símbolo del escudo de los países bajos) flanqueando el escudo de armas español de Felipe IV.

El peso de estos ducatones suele ser de 32 gramos.

Es ya, con Carlos II, cuando se empieza a emplear la prensa de volante para las acuñaciones de los ducatones...

Ducatones Piedfort

... Pero vamos a hablar de los dobles ducatones, o ducatones Piedfort (monedas acuñadas con doble peso y grosor) acuñadas por primera vez por los archiduques de los Países Bajos, Alberto e Isabel.

Fueron monedas que cogieron la constumbre de ser fabricadas como "muestras" de nuevos tipos de moneda.

Son piezas generalmente que no llegaban a circular. Tenían doble peso que los "simples" ducatones y alcanzaban un valor extrínseco de unas 4 veces más que éstos.

Solían ser monedas que por mandato real, se regalaban a personalidades reconocidas, a altos dignatarios (oficiales del consejo de finanzas...) y a maestros de las respectivas casas de la moneda... A veces, particulaes mandaban acuñarlas, con autorización correspondiente del rey. Eran lógicamente, personas, que económicamente podían permitírselo (llevando su plata a las cecas y pagando los impuestos de señoraje...) Como pasaba en la España peninsular, con los duros de a 8...



Doble ducatón de Felipe IV. Ceca de Bruselas. 1623. Diámetro 43, 5 mm, peso de 60,7 g. Grosor del canto de 4mm. Moneda de la colección de D. Tristán Jover. Foto de www.cgb.fr

El precio de mercado de estas piezas es  bastante elevado, y es tedioso encontrarse con acuñaciones perfectas. Sí ya es difícil conseguir un doble ducatón, no digamos un triple ducatón, que también fueron acuñados, con un valor extrínseco 8 veces más alto que los ducatones.

En la península se habla también de que se realizaron monedas de hasta el quíntuplo peso...

En cuanto a la acuñación de estas monedas, vemos que al ser cospeles grandes y gruesos, a veces encontramos ciertas aberturas, grietas en el flan, pero es normal, ya que son piezas de muy difícil estampación... Seguramente se reutilizaban los cuños de los ducatones, en las monedas dobles y triples, pues se tiene constancia, de que anversos con ciertos fallos de acuñación, se han visto iguales en ducatones y doble ducatones.






Algunas fuentes consultadas:

Administración digital
Los ducatones y Patagones del Bramante de Felipe iV y Felipe V por Ernesto Gutiérrez Guinea

Imperio numismático

Documento oficial de Antonio De Aguilar. 39.
British Museum