Métodos válidos en la limpieza de monedas, protección y conservación.
¿limpieza necesaria o simple capricho?
El primer impulso que suele sentir el coleccionista novato, es el de limpiar la moneda que adquiere. La apreciación que suele tener, equivocada normalmente, es la de querer dejar el metal inmaculado, brillante y libre de cualquier otro tipo de sustancia adherida, que previsiblemente perjudica el estado de conservación y belleza de la pieza...cuando ésto en ocasiones no es así. Así que, para no cometer el error de estropear una moneda y que pierda su consecuente valor numismático, tendremos que diferenciar entre lo que es una moneda sucia y una moneda con característica propias que deben o no ser tratadas para una mejor comprensión del campo y las leyendas y en definitiva, de la historia que encierra esta pequeña joya en sí misma. Una vez sepamos que la moneda necesita limpieza, tendremos que conocer qué métodos son los más adecuados para el tratamiento de la misma. Estos varían dependiendo del tipo de metal de la pieza, del estado de conservación, circulación y acuñación. Después de la limpieza, las monedas deben en muchos casos cubrirse con una fina película protrectora y guardarse con materiales aptos para su posterior conservación.
Diferentes utensilios de limpieza
Monedas terrosas
Existen diversos métodos en el tratamiento de estas piezas. Hay veces que la tierra queda bien en la moneda e incluso la protege. A veces, está entre medias de las leyendas y el campo y crea un contraste muy atractivo. ¿cómo saber entonces si dejar la moneda limpia del todo o con ciertos resquicios de tierra? Pues depende de qué gustos posea cada uno y evidentemente de lo que le venga mejor a la moneda. En monedas de cobre o bronce con tierra, lo primero que hay que hacer es ponerlas en contacto con agua (preferiblemente agua destilada) y suavemente pasar el dedo pulgar por encima del cospel sin hacer mucha presión (por si hubiese un grano de arena duro suelto y pudiera rayar el cospel) Luego, se frotará la moneda entre los dedos ya con más fuerza y se aclarará con abundante agua. La secaremos poco después, con una gamuza. Si sigue con tierra la moneda, pasaremos un cepillo de dientes con las cerdas cortadas por la mitad ayudándonos de jabón neutro. Frotamos sin miedo y con decisión para eliminar la tierra más adherida. Si aún así sigue la tierra pegada, tenemos dos métodos para retirarla.
Primer método:
Mediante inmersión de la moneda en agua destilada y cepillado diario de la misma. El agua templada o caliente. Hay que repetir este proceso varias veces al día durante uno o dos meses...a veces la tierra sigue sin salir. Este proceso es completamente inofensivo para la moneda, pero se dilata mucho en el tiempo.
Segundo método:
Cogeremos un palillo de dientes y masticaremos la punta hasta suavizarla. Después utilizaremos el palillo para sacar la arena incrustrada. Es conveniente usar un pincel de cerdas blandas para ir retirando el polvillo de la moneda según vamos limpiando y así ir viendo como avanza la limpieza de la pieza. A veces con el palillo no es suficiente, es el momento de utilizar otros utensilios más duros. Para estos cometidos están la lana de acero (del 00, 000, 0000) los lapices de lana de acero, los cutter, el punzón de dentista y los bolígrafos de fibra de vídreo...cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y lo mejor es ir combinándolos en base a las necesidades de cada moneda... En ocasiones la lana de acero se moja con agua para evitar rayar piezas con poco relieve...y se presiona más o menos la pieza, según como esté la pátina o la cantidad de tierra que tenga y su dureza. Otras veces se utiliza el cutter para quitar el exceso de tierra escondida recónditamente, entre los relieves del circulante, con sumo cuidado de no rayar la pátina de la moneda. El punzón, normalmente se utiliza con la punta paralela a la moneda para no dañarla. Hay gente que utiliza "dremel" para monedas con tierra muy adherida o con principio de cáncer, hay otros que utilizan la electrólisis para retirar cantidades ingentes de incrustaciones terrosas o marinas...poco a poco iremos concretando en los temas. En este blog se darán entradas de temas relacionados con la limpieza, almacenaje y conservación de las monedas, pero también está concebido para que la gente partícipe y ponga sus diversos métodos, para comentar y para opinar, para ayudar y para corregir...introduciendo fotos y escritos sobre numismática en relacion a estos temas.
La pátina
La pátina de la moneda, es la oxidación controlada, del metal que contiene la moneda, que se deposita en la parte superior de la misma y que se forma a lo largo de los años. Ésta capa protege la pieza en el devenir del tiempo y puede coger diversas tonalidádes y cristalizaciones, que hacen de ella, una verdadera delicatessen en el mundo de la numismática. Así, la pátina protege a la moneda y por ello no es saludable retirarla, a parte de que ella misma, por si sola, tiene un valor histórico importante, pues acompaña a la pieza desde su concepción en el transcurso del tiempo. En circunstancias, nos encontraremos pátinas muy distintas en monedas muy parecidas, que ya sólo por tener esa variedad de colores y texturas, pueden influenciarnos en un cambio en la apreciación numismática que tenemos sobre la pieza, e incluso en el valor económico de ellas. Cuando la pátina es inestable, la oxidación se descontrola y surgen los problemas...en este caso, hay que tratar la pátina para evitar que la moneda poco a poco se destruya...surge el conocido cáncer de cobre, la moneda se destabiliza y empieza a corroerse, hasta el punto a veces de convertirse en polvo. En ciertos países, como en Estados Unidos , las pátinas (sobre todo en monedas de plata) casi roban el protagonismo numismático (valor facial, fecha, ceca...) a las monedas que las portan. La pátina es un claro referente de la salud de la moneda, que embellece a la misma y la aporta valor. Respetémosla. ¡intentemos no quitarle la pátina a las monedas, salvo cuando sea estrictamente necesario!
El cáncer de cobre surje como la consecuente degradación que nace en algunas monedas, debido a la alteración que sufren los cloruros del cobre, cuando la moneda está en contacto con el oxígeno y la humedad. En dichos casos, la pátina se desestabiliza dando lugar a la aparición de manchas verdes y alimonadas, con el consiguiente polvillo, que va comiéndose literalmente las piezas al transcurso del paso del tiempo. El cobre, dese sus orígenes, busca volver a su estado primitivo y la naturaleza lo provee de una capa protectora llamada pátina. Cuando las sales de cobre que se forman en la moneda son inestables, la pátina da paso al cáncer de cobre. Algunos componentes del cobre, son, el óxido cuproso (rojo) carbonato de cobre (azulado) sulfato de cobre (verdoso) y acetato de cobre (verdoso). Si el cobre segrega ácido clorhídrico como consecuencia de la inestabilidad de la pátina en contacto con la humedad y el oxigeno, produce inmediatamente el temido cáncer de cobre. No hay que confundir entre cáncer de cobre y cloruros verdes o concentraciones, que pueda tener la moneda, por haber estado guardada en sobres de plástico. Para finalizar, diremos que en ocasiones determinadas, será necesario reproducir la pátina de la moneda o medalla de manera artificial mediante compuestos químicos. Esta pátina artificial es necesaria para proteger el metal. También podemos acelerar el proceso del restablecimiento de la pátina, siguiendo el curso natural que tomaría la moneda con el transcurrir del tiempo...ya hablaremos en el blog de diferentes métodos. Otras, simplemente esperaremos a que la pátina vaya surgiendo (siempre con vigilancia de las piezas) este último caso es el más natural y largo...y es el que da como consecuencia, la aparición de la conocida "pátina de monetario".
Fuente visitada: Wikipedia
Ceras y compuestos protectores de monedas
Cuando una moneda ha sido tratada por el conocido cáncer de cóbre, lo aconsejable es untarle de una ligera capa de esta serie de productos, para evitar que la pátina decaiga y vuelva a enfermar. Los poros de la moneda están ahora abiertos y es aconsejable protegerlos. Imaginemos que como le hemos quitado parte de su piel a la moneda, ahora es necesario fabricarle una. En otros casos, tales compuestos pueden servirnos para embellecer la pátina y que se vean mejor los relieves. También tendremos que tener en cuenta, una vez impregnada la moneda, que no todos estos compuestos se retiran de la misma manera. Personalmente, soy partidario de cubrir las monedas (no todas y depende del caso) con estas sustancias y la experiencia y el tiempo por ahora han demostrado que ciertamente son un baluarte seguro para preservar nuestras monedas.
Empezaremos a enumerar diferentes compuestos:
Vaselina
Esta sustancia que se puede encontrar en forma de crema o pomada, es muy útil para proferir resaltar relieves en la moneda. Se aplica con los dedos, frotando toda la superfucie de la moneda y se tiene que procurar, dejar un fina capa, sólo de este producto...quitaremos el resto si es necesario con un trapito. El efecto del brillo en la moneda es inmediato. El inconveniente es que hay monedas a las que el brillo les viene muy mal visualmente y por otro lado, en piezas terrosas, la tierra, valga la redundancia, adquiere un color mojado que a veces queda mejor o peor, dependiendo de la pieza que queramos tratar. Para retirar la vaselina nos bastará sumerjirla en agua caliente (preferiblemente destilada) y frotar con cepillo de dientes. El inconveniente es que si la moneda posee restos de tierra, ésta se empapará de vaselina y es difícil que vuelva a coger su color natural una vez intentemos quitársela. En monedas proclives a tener una pátina menos estable, es mejor utilizar otros métodos para su protección.
Aceite
Algunas monedas se impregnan de aceite (de oliva y aceite de motor) y a continuación se secan con un paño. El aceite suele oscurecer la moneda, se utiliza a veces para patinar las monedas e incluso para despatinar. No olvidemos que el aceite de oliva tiene ácido y como tal, puede retirar parte de la pátina de la moneda. Personalmente es un método con el que no estaría contento.
Crema hidratante
Hay gente que utiliza este tipo de cremas para preservar las monedas. El procedimiento es el mismo que si la empleáramos con nuestra piel.
Aceite de parafina incoloro
Es un aceite formado por macro cristales. Se puede comprar en farmacias. Se sumerje la moneda en este liquido y se retira la parafina sobrante con un bastoncillo de algodón. Es uno de los métodos más fiables e inocuos para preservar el estado de la moneda. Se puede retirar con cloroformo, etanol o acetona.
Cera vírgen de abeja
Se calienta la moneda y se cubre con este tipo de producto. Se retira calentando un poco el cospel y con un trapo. Da buenos resultados.
Cera micro cristalina
Es una cera compuesta por microcristales. Para mi, es la más recomendable. Se unta toda la moneda con este compuesto y se deja secar al aire. Se puede dejar mate, o sacar lustre con un trapo a modo de zapatero remendón. La gran ventaja de esta sustancia es, que preservará la aparición del cáncer ...y cualquier otro agente externo se verá frenado. La diferencia que tiene con la vaselina, es que después de utilizarla y dejar que se seque, la moneda coge el mismo tono que tenía con anterioridad, a pesar de que el cospel tenga partes terrosas. En ocasiones, puede sacársela brillo, dependiendo del carácter de la pieza. El inconveniente es que para retirarla hay que calentar mucho el cospel.
La más empleada y con excelentes resultados es la cera RENAISSANCE WAX ®. La utilizan en museos ingleses para preservar piezas de metal.
Vídeo sobre la protección de un ochavo con cera microcristalina.
Lacas
Hay que ser una verdadero experto para este tipo de producto. Yo no las recomendaría.
Limpieza de medallas y monedas con cáncer de cobre
En monedas con cáncer de cobre hay que examinar en qué proceso de degradación está la moneda. Si la pieza sólo posee puntitos superficiales, se puede con mucho cuidado raspar con una aguja o cutter... hasta eliminar el verdín. Con monedas con bastante concentración de cáncer, hay que procurar sumergir la pieza en agua destilada durante uno o dos meses, con ello conseguimos paralizar el efecto de inestabilidad de la pátina, puesto que los cloruros paralizan su acción de corrosión.
El proceso consiste en sacarla todos los días del agua, varias veces y limpiarla con cepillo de dientes. Una vez al día se cambia el agua destilada. En un período de tiempo extenso, uno o dos meses podemos conseguir eliminar gran parte del verdín...pero aunque ésto no funcionase, por lo menos habríamos conseguido estabilizar el proceso de corrosión del cospel. El siguiente paso después de esta periodicidad, es intentar quitar todo el cáncer posible a través de la lana de acero, un punzón...o cualquier otro método...pero sin dañar en nada la pátina de la moneda...si ésto no es posible, por las peculiaridades que tenga el cospel, es mejor no tocar la pieza. Después de todo ello, introduciremos la moneda en el horno, calentado a 200 grados durante 10 minutos, y observaremos como va desapareciendo el dichoso verdín...a veces, la moneda suelta en forma de tierrecilla esta degradación (no nos asustemos). Iremos observando la moneda cada 5 minutos y cuando veamos que ha desaparecido el cáncer, la sacaremos (ojo, que quema) y la dejaremos enfríar al aire o la sumergiremos en agua destilada. El proceso que viene a continuación, es cepillar la pieza con cepillo de dientes y jabón neutro, aclararla, secarla y darla una capa protectora, preferiblemente de cera micro cristalina. La pátina se puede obscurecer con el proceso y depende del tipo de moneda que sea, puede coger uno u otro tono. En otros casos, pueden efectuarse otros métodos más destructivos, porque tienen como función, eliminar la pátina.
Electrólisis
El planteamiento práctico de la electrólisis es, mediante polaridades, desprender las incrustaciones que posee el metal...toda la suciedad y si nos descuidamos, toda la pátina. El procedimiento es coger un cargador (por ejemplo de móvil) y cortar el cable. Pelarlo y conectarlo a dos pinzas metálicas. Se llena un recipiente de agua y se echa sal marina, se remueve y a continuación se introduce una de las pinzas del cargador con la moneda anclada a ella y la otra pinza con cualquier otro tipo de hierro. Al conectar el cargador, la corriente empieza a realizar su cometido. Si están bien puestas las polaridades, se va desprendiendo el metal no deseado de la moneda y emigra al metal que hayamos puesto en el otro extremo. Hay que tener cuidado con los tiempos, pues podemos quemar la moneda. Normalmente este método es válido para monedas con una incrustación tal, que es imposible casi limpiar de otra forma, salvo con ácidos. La pátina desaparece por completo, por lo que nos tocará después repatinar la pieza. yo he observado verdaderas limpiezas con este método en monedas de plata con incrustaciones marinas. Después de tres sesiones de casi 8 horas diarias cada una, he visto quitar todo este parásito que se junta a la moneda y ver una bonita pátina, como resultado de este tipo de acción. Yo solo recomendaría este método para monedas que ya "no podamos salvar" Hace tiempo, las monedas de cobre eran utilizadas como arras en celebraciones religiosas. Pero éstas, habían sido cubiertas por un baño de plata u oro.
El procedimiento es el mismo que hemos descrito en esta entrada, salvo que el cambio de polaridades era evidente. Es decir, en un extremo de la pinza se colocaba la moneda de cobre o bronce, y en el otro extremo un trozo de plata u oro, se conseguía así que el metal más noble se desprenda y cubra la moneda.
Limpieza de monedas de plata
En monedas de plata con brillo original, es preferible simplemente lavarlas con agua y jabón neutro, y mediante los dedos. En monedas de plata que no tengan esta peculiaridad, es preferible sumergirlas en agua caliente y cepillarlas (con cuidado de no rayar las) con cepillo de dientes, una y otra vez. A veces la roña no sale, y tendremos que repetir el proceso varias veces. Siempre, de todas maneras es mejor dejar la moneda sin limpiar, si no sabemos aplicar otro método, pues para eso ya habrá tiempo. A veces las monedas de plata poseen unos puntitos verdes como resultado de la oxidación de los metales menos nobles que están aleados con ella. En este caso puede utilizarse un pequeño palillo de dientes o alfiler, siempre horizontal al cospel de la moneda y con sumo cuidado de no dañarla (hay que tener paciencia y pulso). Nos viene bien en este momento una lupa de bastantes aumentos para ver qué grosor de aguja, alfiler utilizaremos, o cutter...y seguir la limpieza en directo. A veces, si no es una oxidación inestable, es mejor dejarla tal cual...es el caso de monedas que han estado metidas en plásticos durante años ya e ham formado unos pequeños cloruros, de un verde más obscuro. Otro método es, con un bastoncillo de algodón (de "los oídos") impregnado en zumo de limón, frotar solo en el sitio donde está dicha mancha verde, con cuidado de solo actuar en ese punto. Cuando la moneda presenta una costra negruza, nos viene bien introducirla en zumo de limón. Se forra un recipiente con papel de aluminio y se vierta zumo de limón natural y una cucharada grande de sal. Se remueve y se introduce la moneda unos minutos. Se va sacando y vamos observando poco a poco como suelta la costra. Importante: se saca la moneda y se cepilla con cepillo de dientes y jabón neutro, aclarando con agua...así hasta conseguir el punto deseado. A veces este método sirve también para eliminar suciedad y tierra, o ennegrecimiento exagerado del cospel ( que no costra) si se utilizan bien los tiempos, el tono de la pátina se conservará.
Goma de Borrar
Se utiliza sobre todo para crear contrastes y destacar leyendas o grabados de la moneda. Como la goma no llega a los recodos más recónditos, se produce un contraste entre pátina obscura y pátina más brillante. En las monedas con conservación proof o espejo, la goma de borrar puede formar micro arañazos, así que no es recomendable.
Repatinado con atmósfera de amoniaco en monedas de cobre o bronce
Cogemos un frasco y vertemos amoniaco puro. Cuidado de hacerlo en sitio ventilado. Atamos la moneda a un hilo y la dejamos colgando dentro del bote, sin tocar el amoniaco. Cerramos la tapa y solo con los vapores del amoniaco, la moneda se va repatinando. Normalmente, y dependiendo del amoniaco y del metal que sea, la pátina coge unos tonos u otros. Sacaremos la moneda (el tiempo hay que vigilarlo, pero a veces es bueno tenerla 24 horas...). Con un mechero, a pocos centímetros, prendemos fuego, para que se evaporen los gases del amoniaco que si no seguirían haciendo su efecto... cera protectora y listo. Las pátinas suelen salir obscuras, a veces verdosas, amarronadas, e incluso con tonos azulados y rojizos.
Almacenaje y conservación de monedas
Sobres de plástico
Hay tantos sobres como fabricantes...siempre recogeremos los mejores productos y es conveniente, utilizar materiales que hayan sido creados sólo para este fin numismático. Ventajas: los sobres nos dan facilidad a la hora de poder observar las monedas, favoreciendonos la extracción de las mismas cuando queramos. Pueden introducirse cartones con las indicaciones que observemos pertinentes para catalogar nuestras piezas y a su vez, gozan de poder ser almacenados dentro de cajitas o "folios de plástico" para estar mejor organizados. Inconvenientes: muchos sobres de plásticos, generan en metales menos nobles, el temido cáncer de cobre.
Clasificafores de plástico
Los clasificadores de plástico para monedas, Son una buena solución para guardar monedas de forma ordenada. A parte estos clasificadores u hojas de plástico, pueden perfectamente almacenarse dentro de clasificadores de anillas. Existen diversos tipo de "folios de plástico" para moneda...con sus respectivos espacios y tamaños de almacenaje. Algunos admiten poder introducir las monedas dentro de sus cartones y otros solo dejan que el cospel pueda entrar en esos huecos. Ventajas: forma rápida y barata en el almacenaje de monedas y de gran versatilidad entendida desde el punto de vista del espacio. Inconvenientes: si se introducen los "folios" después en clasificadores, hay que tener cuidado de que no se venzan, pues a más plásticos mayor peso. A la larga este tipo de plásticos, puede generar corrosión en el cospel, así que no hay que escatimar gastos en la calidad de materiales, siempre buscando los más aptos.
Cartones para monedas
Estos cartones se venden en el mercado en grandes cantidades y también difieren en calidades unos de otros dependiendo de los fabricantes que los generan. Están los que dejan la posibilidad de ser cerrados por grapas y los que se pegan directamente. Tendremos que recoger aquellos cartones que posean plásticos adecuados para la conservación de la moneda (estos plásticos) generalmente son más correctos que los que conforman los sobres de plástico. En lugares húmedos, observaremos las grapas (es buen indicativo para vigilar las monedas, pues en caso de estar oxidadas, nos avisarán del grado de humedad que tenemos en nuestra sala de "conservación") Ventajas: precio ajustado en la compra de los cartones, posibilidad de escribir encima de ellos las anotaciones pertinentes, facilidad en el almacenaje de los mismos. Inconvenientes: a veces, dependiendo de donde se coloquen las grapas, nos será difícil extraer la moneda sin romper el cartón.
Cápsulas de plástico duro
Existen de diferentes tamaños (cuadradas y redondas) y grosores, con espuma o anillos concéntricos de goma. Ventajas Son una buena alternativa para hacer lucir nuestras piezas más importantes. Defienden a las monedas de golpes y arañazos. Inconvenientes El precio de las cápsulas es bastante alto comparado con otros materiales. Ocupan mucho espacio y son más difíciles de almacenar, cabiendo también, menos piezas en diferentes tipos de organizadores. Frenan la formación de la conocida pátina de monetario.
Vídeo sobre medalla de Don Blas de Lezo dentro de cápsula.
Bandejas
Las bandejas con materiales óptimos para la conservación de las monedas, poseen diferentes espacios. Estos pueden albergar monedas directamente a " pelo" u otros soportes (cápsulas,cartones...)con sus piezas dentro. Ventajas Las monedas lucen muchísimo y están muy bien organizadas. Caben muchas monedas en cada bandeja. Inconvenientes En caso de caída (si las monedas van a "pelo") las piezas podrían dañarse. Son soportes de precio más alto. Ocupan espacio, aunque bien es cierto, que caben muchas monedas.
excelente. Felicidades.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarBuen trabajo 👍
ResponderEliminarMuy buen trabajo y muy util, gracias por compartir conociminientos.
ResponderEliminarUn verdadero placer leer la entrada.
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